¿Qué es la Medicina del Deporte?
0
Resumen
Qué es la Medicina del Deporte? Formularse esta pregunta a fines del siglo XX, en el mundo actual, semeja una inquietud superficial con una respuesta muy conocida en cualquier medio universitario, profesional o deportivo del orbe.
Pero la formulación del interrogante en nuestro país, probablemente generaría un sin fin de respuestas que poco tendrían que ver con la realidad de la Ramada "especialidad en Medicina del Deporte".
En principio, cabe destacar el enorme e insospechado desarrollo que han tenido, en los últimos cien años, el ejercicio y el deporte. Este fenómeno alcanza su máxima expresión en los Juegos Olímpicos cada cuatro años, pero abarca además campeonatos regionales, continentales y mundiales, en más de cincuenta especialidades deportivas, con una frecuencia inusitada. Sin embargo, el deporte de alto rendimiento es solo la cúspide visible de una pirámide, en cuya base millones de personas se vuelcan a la actividad física y al deporte, encontrando en é1, un canal de esparcimiento, recreación, salud, integración y educación.
Al calor del avance de este fenómeno masivo se fue desarrollando la Medicina del Deporte. Este área de la ciencia tiene una piedra angular en la fisiología del esfuerzo, que en el siglo pasado comenzó a profundizar investigaciones sobre los aspectos más salientes de las respuestas orgánicas en circunstancias extremas de supervivencia.
A partir del desarrollo industrial del mundo moderno, la fisiología del esfuerzo también se ocupó de las manifestaciones funcionales del ser humano sometido al stress propio de las distintas prácticas laborales. Posteriormente, con el advenimiento del fenómeno deportivo, comenzó un impensado crecimiento en la investigación fisiológica ligada al entrenamiento y la competición. Esto consolidó a la fisiología del ejercicio como ciencia básica para la comprensión de los efectos y consecuencias del entrenamiento en el organismo humano.
Finalmente, la fisiología del ejercicio extendió sus fronteras y se volcó al estudio de los efectos y respuestas orgánicas en cualquier nivel de la actividad física, lo cual implicó una maravillosa contribución científica, que demuestra la potencialidad del ejercicio física como herramienta preventiva para la generación de salud bio-psico-social y para la corrección y rehabilitación de numerosas enfermedades y lesiones.
Ante la complejidad del ser humano, su interacción con el medio ambiente, el trabajo, la educación, el ejercicio y el deporte, los investigadores de la fisiología de la supervivencia, del esfuerzo, del entrenamiento y del ejercicio, comenzaron a interaccionar con múltiples especialistas de otras áreas ligadas a los fenómenos descriptos, en un intercambio multidisciplinario que enriqueció la información y la investigación. Así sobrevino el advenimiento y la consolidación de la Medicina del Deporte, y luego, en un concepto más amplio y totalizador, las Ciencias Aplicadas al Deporte.
Hoy la fisiología del ejercicio y del esfuerzo están relacionadas con áreas especiales de la medicina, tales como la Traumatología, Ortopedia, Cardiología, Neumonología, Endocrinología y Nutrición Pediatría, Ginecología, Obstetricia, Geriatría, y otro cúmulo de sub ciencias y sub especialidades.
Actualmente, todas estas especialidades tienen un capítulo ligado al ejercicio y al deporte. Además, pueden mencionarse ciencias como la Bioquímica, la Biomecánica, la Cineantropometría, la Kinesiología, la Bioestadística, la Informática, la Ingeniería Mecánica y Electrónica, la Arquitectura y el Derecho, que tienen una acción sinérgica con el fenómeno fisiológico, el ejercicio y las manifestaciones deportivas. También hoy, ocupa un enorme espacio de acción el desarrollo de la Filosofía, la Sociología, la Psicología y la Pedagogía en relación al ejercicio y al deporte.
Como se puede apreciar, el espectro multidisciplinario es tan amplio, que excede los límites del clásico concepto de "Medicina del Deporte" y se encuadra, más adecuadamente, en la expresión "Ciencias Aplicadas al Deporte". Por todo ello podemos extraer una conclusión a priori: La Medicina del Deporte no es una "especialidad", sino quo representa una verdadera clínica médica ligada al ejercicio y al deporte, con innumerables áreas del conocimiento no practicadas por médicos, y con una rica interacción al servicio de la planificación y el desarrollo científico de la actividad deportiva, en sus manifestaciones de prevención, educación, recreación, entrenamiento y competencia.
EN LA ARGENTINA NO SE CONSIGUE
Luego de esta definición conceptual y ya con un marco de referencia, haremos algunas consideraciones sobre el desarrollo de la Medicina del Deporte en nuestro país. De la observación, surgen tres preguntas importantes:
la.) ¿Cuál es la apreciación sobre esta rama de la ciencia, por parte de la sociedad en general, y de la comunidad deportiva en particular?
2a.) ¿Cuál es la consideración científica que les merece a otros especialistas de la Medicina y de ciencias afines, la práctica profesional de los llamados "Médicos Deportólogos" o "Especialistas en Medicina del Deporte"?
3a.) Cuál es la realidad diagnóstica de la formación de recursos humanos en esta área de las ciencias, y cual es el nivel tecnológico y de investigación en relación con la misma?
En primer lugar considero, humildemente, que la sociedad en general -tanto como la comunidad deportiva en particular- tiene una imagen distorsionada y limitada, nutrida de la creencia que, en esta "especialidad", se incluyen sólo los médicos que trabajan en los clubes cumpliendo tareas asistenciales, médicos que atienden equipos competitivos de diferentes disciplinas, o aquellos que ejercen la rama de la traumatología y ortopedia ligada al deporte.
Por supuesto que estos profesionales están comprendidos dentro de las áreas de prestación de la Medicina del Deporte, pero representan una parto de un universo mucho más amplio, que comprende a todas aquellas áreas de la ciencia antes mencionadas en este artículo.
En segundo lugar, lamentablemente, en la comunidad científica médica y de ciencias afines al deporte, no hemos "sembrado" una presencia teórico-práctica de experimentación e investigación sustancial, como para "cosechar" una consideración y una opinión relevante en el medio profesional. Muchas veces escuchamos, sobre los Médicos Deportólogos o la especialidad en general, términos peyorativos y superficiales; conceptos que llevan implícitos el desconocimiento de lo que realmente significa la Medicina del Deporte. Debemos asumir que todos, en mayor o menor medida, somos responsables de esta desconsideración, y que solamente asumiendo y aceptando la realidad, podremos instrumentar profundos cambios científicos y profesionales para revertir esta imagen.
En tercer lugar, al analizar la realidad de la formación de recursos humanos y el nivel tecnológico y de experimentación en el área de las Ciencias Aplicadas al Deporte, encontraremos las razones fundamentales que explican las apreciaciones desarrolladas en las respuestas a las dos primeras preguntas: prácticamente en ninguna Facultad de Medicina del país (las poquísimas excepciones sólo confirmarían la regla), existe una cantidad y calidad mínima de información y formación sobre fisiología del ejercicio y las Ciencias Aplicadas al Deporte, en las currículas de pregrado de los futuros médicos. Por ende, cuando los médicos se reciben, son escasísimos los que desean hacer una "especialización" en Medicina del Deporte, ya que nadie se siente estimulado por algo que no sabe muy bien que representa. Los pocos profesionales inquietos sólo encuentran en el postgrado, cursos oficiales o semioficiales de uno o dos años de duración, con una carga horaria totalmente insuficiente y contenidos teórico-prácticos deficitarios. En buena medida, ésto es producto de la falta de bibliografía actualizada, de la carencia de investigación y de la histórica falta de formación de docentes en diferentes áreas multidisciplinarias para el dictado de cursos de postgrado.
Así se perpetúa un círculo vicioso que es el factor limitante más importante en materia de generación de recursos humanos. Aunque, para ser absolutamente sinceros y justos, en algunas áreas (tales como la Traumatología Deportiva, Ortopedia y Kinesiología) los recursos humanos son cuanticualitativamente sólidos; pero esta realidad no es el común denominador para las numerosas, importantes y variadas áreas de las Ciencias Aplicadas al Deporte. Contribuye a este cuadro de retraso, la falta de inversión en recursos tecnológicos (producto, en parte, de nuestra crisis económica). Este es otro factor limitante para el desarrollo de la investigación en el área.
BUSCANDO SOLUCIONES
Ante esta situación, si el pregrado y el postgrado no forman recursos humanos sólidos, cómo podemos suponer que la Medicina del Deporte pueda desarroparse?; porqué se estructuran cursos y carreras universitarias de post grado de 3 años y 1500 horas de duración para habilitar a un especialista en cardiología, cuando en cambio, muchas universidades o colegios médicos convalidan "especialistas" en Medicina del Deporte con cursos de apenas 300 horas y contenidos teórico-prácticos marcadamente insuficientes, a la luz del desarrollo multidisciplinario y la avalancha de información e investigaciones que se producen en el mundo de las Ciencias Aplicadas al Deporte?
Esta realidad también afecta sensiblemente a la formación de recursos humanos en la Educación Física y de Técnicos y Entrenadores, ya que genera un vacío en el área docente de las materias de fisiología del ejercicio y las Ciencias Aplicadas al Deporte en los Institutos y Licenciaturas de Educación Física o en los Institutos Nacionales de Deporte. El fenómeno lleva al divorcio entre profesores, técnicos y entrenadores con respecto a los médicos deportólogos. En la base existe un problema de desinformación mutua, que genera un "diálogo entre sordos": no se pueden escuchar quienes hablan idiomas diferentes, sin acceso a la información de lo que sabe la contraparte.
Este aspecto atenta seriamente contra la formación de los grupos multidisciplinarios que deberían trabajar en el ejercicio y el deporte, fenómeno positivo que es moneda corriente en la mayoría de los países desarrollados del mundo.
Este diagnóstico severo, pero por doloroso no es menos real, merece finalmente alguna propuesta superadora, que humildemente me animo a proponer, sólo como ideas para el debate que contribuyan a encontrar caminos y acciones para revertir esta realidad:
a) Necesitamos consolidar estructuras de información bibliográfica amplias, variadas y actualizadas, que nos permitan el acceso -aunque fuera en parte- a las más de 300 publicaciones especializadas que se conocen periódicamente en el mundo, y a los millares de libros de textos que las editoriales producen con contenidos ligados a las Ciencias Aplicadas al Deporte.
b) Deben incorporarse las Ciencias Aplicadas al Deporte y al ejercicio, en el pregrado de la currícula de las carreras de Medicina, Educación Física y en menor grado, en varias carreras afines (Bioquímica, Kinesiología, Nutrición, Biología, etc.).
c) Las facultades y universidades, tanto públicas como privadas, deben jerarquizar los cursos de post grado con el mismo nivel de exigencia que para la mayoría de las especialidades que dictan. Solo así obtendremos la calificación profesional de la rama, que nos valga el reconocimiento unánime de las entidades colegiadas.
d) Los Institutos de Educación Física e Institutos Nacionales de Deporte deberán instrumentar licenciaturas y cursos de post grado que consideren a las Ciencias Aplicadas al Deporte como una de las columnas vertebrales del desarrollo de profesionales con formación científica y capaces de integrar grupos multidisciplinarios.
e) Con el accionar conjunto del Estado, la actividad privada y la convocatoria a empresas como "sponsors" (particularmente la industria farmacéutica y la de indumentaria deportiva) deben desarrollarse esfuerzos de inversión en tecnología, recursos humanos e investigación, en las áreas de prestación de las Ciencias del Deporte: el ejercicio para la prevención, la recreación, la rehabilitación, el entrenamiento y el alto rendimiento.
f) Todas estas acciones proveerán a las distintas ramas de la ciencias, de profesionales seriamente formados, que manejen la información versátil que permite la acción multifacética de equipo. También, en consecuencia, se elevará el nivel de los cursos y congresos de las especialidades. Y esto ayudará a la difusión y repercusión pública de este vasto campo científico.
Como conclusión, debemos ser absolutamente realistas en el análisis de los factores que limitan el desarrollo de las Ciencias del Deporte, dejando de lado la mediocridad, el egoísmo, el individualismo y la soberbia, que son madre y padre del atraso, del desprestigio y la falta de desarrollo. Las ciencias contribuyen extraordinariamente al desarrollo del ejercicio y el Deporte como herramienta para la salud y la calidad de vida; y por ende, al mejoramiento de la sociedad en su conjunto. No lo ignoremos más.
Cita Original
Juan C. Mazza ¿Qué es la Medicina del Deporte? Revista de Actualización en Ciencias del Deporte Vol. 1 Nº 3. 1993.
Cita en PubliCE
(1991). ¿Qué es la Medicina del Deporte?. .https://g-se.com/que-es-la-medicina-del-deporte-256-sa-j57cfb2711f626