Motivación del Logro Deportivo en el Básquetbol Femenino
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Resumen
En la presente investigación se pretende indagar acerca de la existencia de diferencia de género en lo referente a la motivación de logro deportivo, en la disciplina deportiva del básquetbol. A partir de este precepto se examina cuáles son las variables constitutivas del componente motivación de logro, y cuáles las razones particulares de inserción, continuidad, y deserción en el mencionado deporte, ratificando o rectificando la presencia de diferencia de género. El enfoque del estudio es CUALITATIVO, diseño NO EXPERIMENTAL, tipo EXPLORATORIO. La muestra se define como NO PROBABILÍSTICA (INTENCIONAL) y se compone de 20 deportistas mujeres y 20 deportistas varones entre 15 y 18 años de edad que practiquen regularmente la disciplina básquetbol, procedentes de 4 clubes de la ciudad de Córdoba que ofrecen entre sus servicios la práctica sistematizada de este deporte. Los instrumentos de recolección de datos son ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD y FICHAS PERSONALES. El análisis de datos se define como ANÁLISIS DE CONTENIDO.
Palabras Clave: Motivación de Logro, Factores de inserción, continuidad, y deserción deportiva, Necesidad de Logro, Estilos de Atribución, Metas de Logro, Diferencia de Género
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo de investigación, titulado “Motivación de Logro Deportivo en el Básquetbol Femenino. Un enfoque regional”, está basado en intereses previos del autor. Algunos tienen que ver con la necesidad de conexión a los contenidos ofrecidos por la Psicología de la Actividad Física y los Deportes. Otros con la pasión por el básquetbol, ámbito en el cual ha desarrollado actividades como jugador y entrenador, a lo largo de 22 años. Una tercera fuente de inquietudes ha movilizado la intención de esta temática: observar al género femenino en la misma disciplina deportiva que lo tiene como miembro activo, y acerca del cual el grado de conocimiento entre los integrantes de la comunidad del básquetbol masculino es pobre en general.
Concretamente, una de las variables la constituye el género. La restante, tiene que ver con un tema que atraviesa la práctica del básquetbol en todas las edades de los deportistas, desde el inicio de la vida deportiva de alguien, hasta su finalización: la motivación de logro.
El lector podrá preguntarse por qué motivación de logro, y no solamente motivación. La respuesta no es otra que la indagación bibliográfica acerca de la temática, y la aplicación que tiene en los ámbitos de desarrollo habituales. ¿Qué impulsa a un basquetbolista a aprender, crecer, lograr? ¿Cómo puede mantener la intensidad en el intento de optimizar sus actuaciones deportivas? ¿Ganar y perder es sinónimo de éxito y fracaso, o hay algo más? Estos son algunos de los interrogantes que el estudio previo del concepto permite formularse, y según la vivencia de quien escribe, toca de cerca a toda persona que alguna vez haya encestado una canasta, o vaya a hacerlo.
Así, por la caracterización del tema y los modos considerados apropiados para abordar el fenómeno, la investigación es de enfoque cualitativo, diseño ex post facto y tipo exploratorio.
Una vez planteada la hipótesis, objetivo general y específicos, se manifiesta el “estado del arte”, referido a la caracterización del nivel de conocimiento actual con respecto al fenómeno a investigar, y “el impacto social”, apartado destinado a la enumeración de los campos de aplicación concretos en donde este trabajo pueda ser de utilidad.
Luego se expone aspectos sintéticos referidos a la Psicología de la Actividad Física y los Deportes, el abordaje teórico de la “motivación deportiva” como concepto primordial, para continuar con lo pertinente a la “motivación de logro” como teoría madre de aplicación a este trabajo, posteriormente aportes relativos a las relaciones de género. Así concluye la porción correspondiente al marco teórico.
La lectura continúa con lo perteneciente a la esfera metodológica, en donde se explicitan los fundamentos del enfoque, diseño y tipo de estudio recientemente mencionados. Seguidamente se hace mención a la muestra de estudio (integrada por cuarenta deportistas activos de la disciplina básquetbol, entre 15 y 18 años de edad, divididos en dos grupos separados por género, femenino y masculino), instrumentos de recolección de datos, procedimiento, tratamiento y análisis de datos.
El tramo final corresponde a la exposición de resultados, conclusiones y discusión.
Más allá de los objetivos formalmente enumerados a continuación, la intención no es otra que intentar entablar un diálogo con el conocimiento científico, a través de la manifestación de elementos relacionados con la Psicología como ciencia, la Psicología de la Actividad Física y los Deportes como campo aplicado, el Básquetbol como ámbito de expresión física – psíquica y social, y las relaciones de género como faro desde el cual contemplar lo abordado.
TEMA
Motivación de Logro Deportivo en el Básquet Femenino. Un enfoque regional.
OBJETIVO GENERAL
Determinar si existe diferencia de género en lo referente a la motivación de logro deportivo, en la disciplina deportiva del básquetbol.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
- Examinar cuáles son las variables constitutivas en relación al logro deportivo en el básquet femenino.
- Analizar las razones que llevan al inicio de la práctica de esta disciplina deportiva, en el caso del género femenino.
- Analizar las razones que posibilitan la continuidad de la práctica de esta disciplina deportiva a lo largo de períodos de tiempo considerables, en el caso del género femenino.
- Analizar las razones que determinan la deserción de la práctica de esta disciplina deportiva, en el caso del género femenino.
HIPÓTESIS
Diferencia en los niveles de motivación de logro deportivo en relación a la diferencia de género, en basquetbolistas adolescentes.
IMPACTO SOCIAL
El presente trabajo de investigación, en virtud del impacto social a generar, puede ser una herramienta válida para la capacitación y consulta de diversos tipos de públicos relacionados de manera directa o indirecta con el entorno deportivo en general, y del básquetbol en particular. Si bien la continuidad en futuros trabajos de investigación relacionados con la temática es un importante motivo que no puede dejar de ser tenido en cuenta, existen otras implicancias aplicadas con respecto al abordaje de este fenómeno. En síntesis, los siguientes pueden ser campos en donde este estudio pueda influir, acorde a los alcances propuestos, en la asistencia de quien así lo considere oportuno:
- Intervenciones profesionales en el abordaje de problemáticas relacionadas con la motivación de logro en disciplinas deportivas colectivas.
- Intervenciones en clubes, espacios estatales y entidades educativas en donde la práctica deportiva tenga lugar, y se planteen modos de abordaje institucionales para consolidar los niveles motivacionales de los atletas
- Intervenciones en las instituciones formadoras de entrenadores deportivos, principalmente en básquetbol, pero también en otras disciplinas en donde los contenidos apliquen de manera satisfactoria.
- Intervenciones en los ciclos de formación de dirigentes deportivos, en aquellas disciplinas en donde los contenidos apliquen de manera satisfactoria.
- Intervenciones en charlas informativas para padres de deportistas, acerca de la temática establecida.
- Intervenciones con todos aquellos actores en general que tengan por objetivo primordial optimizar la calidad de la experiencia deportiva de los atletas, entendida como proceso de formación de habilidades físicas, pero también (y fundamentalmente) psíquicas y sociales.
ESTADO DEL ARTE
El básquetbol no es ajeno al crecimiento descomunal que ha tenido el deporte como fenómeno social en el siglo XX. Nuestro país, aún con altibajos según épocas, ha acompañado ese proceso. Dentro del desarrollo propio de toda actividad, hay aspectos que se abordan en un primer momento, y otros que por la propia madurez de la disciplina van emergiendo.
Dentro de estos últimos se encuentran los referidos a la Psicología de la Actividad Física y los Deportes.
Lo mental siempre estuvo presente en la práctica cotidiana de los diferentes estamentos que conforman al básquetbol, pero recién en los últimos 15 años aproximadamente, la necesidad de poder definir, medir y predecir ciertos conceptos y conductas, le han otorgado a este campo del saber científico (no sin resistencias e intermitencias por cierto) un lugar de relativa importancia que tiempo atrás no ostentaba. El autor de este trabajo se otorga el permiso de afirmar esta idea, ya que ha sido testigo participante y activo de la vida institucional y deportiva de diversas entidades, ya sean clubes, asociaciones, federaciones o confederaciones, por intermedio de su participación en torneos locales, nacionales e internacionales, como jugador y entrenador en los 22 años que lleva junto a este deporte.
En ese sentido, uno de los temas nodales que gira en torno a los intereses de entrenadores, dirigentes, deportistas y padres de deportistas, es precisamente el de la motivación: qué es la motivación, y cómo se pueden lograr niveles sostenido de ella a través del tiempo. Estas preguntas son una constante en el metalenguaje de estos contextos, expresadas de diferentes modos.
Ahondando en el estudio de la variable, y recapacitando acerca de las cuestiones principales que atraviesan las prácticas cotidianas de los entornos “basquetbolísticos”, como por ejemplo, por qué hay chicas y chicos que siguen jugando y otras/os que dejan la actividad, cuáles son los factores que impulsan a querer mejorar, por qué suelen estar presente los testimonios acerca del “orgullo” y de la “vergüenza” deportiva en diferentes edades, qué se considera ser “exitoso” y qué “fracasado” en términos deportivos, entre otros, es que surge una teoría aplicada como muy pertinente, a la hora de poder brindar información concreta acerca de estos asuntos: la Motivación de Logro.
El básquetbol es un deporte practicado tanto por varones como por mujeres, en el mundo, y en Argentina también. Sin embargo, el desarrollo de la disciplina femenina en nuestro medio (de la misma manera que en muchos otros lugares) no ha tenido un desarrollo ni siquiera similar, al acontecido en el caso de los varones. Menos del 10% de jugadoras federadas con respecto al número de varones es un indicador que resume esta idea.
Numerosos factores pueden (y de hecho deben) ser los causantes de esta situación, la cual excede los límites del trabajo de investigación. Cabe destacar que el básquetbol femenino en Córdoba gozó de una “época de gloria” hace 15 años aproximadamente, con numerosos clubes, importante cantidad de deportistas en cada una de sus categorías, y una competencia sólidamente organizada. Hoy prácticamente nada de todo aquello existe.
Siendo el tema de investigación “la motivación de logro deportivo en el básquet femenino”, se observa, luego de indagaciones formales e informales a lo largo de diferentes clubes de la ciudad de Córdoba, que no se ha dicho prácticamente nada, de manera concreta, con respecto a este fenómeno, y que fundamentalmente la proyección de avances en el sentido de desarrollo de la actividad (dentro de la cual la motivación de logro es uno de los motores principales) es muy pobre.
Para corroborar la idea, se mencionan algunos ítems que hacen al grado actual de existencia del básquet femenino en nuestro medio (ciudad de Córdoba), en este tiempo histórico:
- Ausencia de competencias organizadas en todas las categorías, en contraposición al caso del básquetbol masculino, en donde existen competencias asociativas y federativas para todas las divisiones formativas (incluidos los torneos asociativos de mini-básquet, para niños de 6 a 13 años de edad).
- Escasa oferta deportiva para practicar la disciplina: cuatro clubes versus más de cuarenta en el caso del género masculino.
- Incapacidad en los clubes que ofrecen la disciplina de completar todas las categorías, en contraposición a varios de los clubes masculinos en donde algunos jugadores son desplazados, ya que no tienen lugar en los equipos para albergarlos.
- Hasta el año pasado solamente un equipo participaba de la competencia nacional, en la cual no solamente no había una retribución económica, sino que debían las mismas deportistas solventar varios de los gastos en forma particular. En el caso del género masculino existe la presencia de seis equipos participando de competencias nacionales, cuyos deportistas en su totalidad perciben sueldos convenidos específicamente para cada caso.
MARCO TEÓRICO
PSICOLOGÍA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y LOS DEPORTES
La disciplina psicológica, en su constante evolución, ha profundizado en el análisis de las diferentes porciones de la realidad del sujeto. En este sentido, la esfera deportiva no ha sido la excepción. A través del estudio de la conducta del deportista fue constituyéndose como campo científico específico la denominada Psicología de la Actividad Física y los Deportes, cuyo primordial objetivo se ha centrado en el estudio pormenorizado de los comportamientos del individuo deportista, con la finalidad de aportar elementos que intenten maximizar su rendimiento deportivo, como así también mejorar la calidad de vida psicológica y social del deportista. En tal sentido, podemos especificar que este campo de estudio “se ocupa, por un lado, de los factores psicológicos que determinan el ejercicio y la práctica deportiva; y, por otro, de los efectos psicológicos que derivan de tal participación” (Williams, 1991).
El tema-problema del presente trabajo de investigación, “motivación de logro deportivo en el básquet femenino” se aborda desde el paradigma preciso de la Psicología de la Actividad Física y los Deportes, verbigracia desde el análisis de las variables psico-sociales “asociadas” a la práctica de esta disciplina deportiva.
Ahora bien, en torno a esta disciplina aplicada de la Psicología tiene particular importancia para este estudio la noción de relaciones de género, ya que en el capítulo específico a “Relaciones de Género y Básquetbol” se intentará explorar lo que ocurre con la motivación de logro deportivo en el caso de las mujeres deportistas, específicamente en la disciplina básquetbol, y su correlato con lo observado en el caso de los varones, entendiendo que el desarrollo de la práctica deportiva encuentra en sus comienzos principios de enseñanza y entrenamiento de corte militarista, lo cual derivó en la representación social del deporte asociada a la figura del hombre, y alejada de la figura de la mujer (Morales, 2007).
A los fines de una mayor comprensión de lo manifestado, se aborda lo expresado acerca del sistema de “relaciones de género”, definiéndolo como el conjunto de expectativas y valores sociales establecido para “lo femenino” y “lo masculino” (Morgade, 2000).
De este modo, se toman los aportes de diversos autores, en lo relativo a la constitución de paradigmas que hayan determinado la expectativa de roles en la sociedad, tanto en mujeres como en varones. Esto ha tenido especial vinculación en la esfera del deporte, comprobándose al chequear cómo fueron los inicios de las actividades físicas en el ámbito educativo en nuestro país. En este sentido, fue recién a principios del siglo XX cuando “comenzó a estructurarse la actividad física como sistema propio del ámbito educativo en las escuelas y, a su vez, cuando comenzó a nutrirse de otras ciencias biológicas y de diferentes corrientes ideológicas provenientes del Viejo Mundo. Esta reorganización o “creación” de la Educación Física de los individuos fue impulsada principalmente por el Dr. Enrique Romero Brest quien le otorgó una visión más científica, como medio para mejorar la calidad de vida de las personas, en función de las diferentes capacidades de los individuos” (Renda, 2007). Es en este momento cuando se produce la creación del Sistema Argentino de Educación Física, reconocido a nivel mundial, cuya institución representativa es el actual ISEF Nº 1: “Dr. Enrique Romero Brest”.
Finalmente, se subraya la mirada integradora de la Psicología de la Actividad Física y los Deportes, en el sentido de poder anticipar al lector que, a través de su paradigma y el desarrollo de sus conceptos aplicados, como lo es en este caso la motivación de logro, su finalidad ulterior no es otra que brindar herramientas que intenten apoyar el desarrollo físico-psico-social del sujeto. La intención, de esta manera, puede sintetizarse en mejorar la experiencia deportiva de los atletas.
LA MOTIVACIÓN DEPORTIVA
INTRODUCCIÓN DEL CAPÍTULO
La experiencia de entrenadores de diversas disciplinas, entre ellas el básquetbol, indica que, por lo gravitante que es la motivación a la hora de iniciar un proceso de enseñanza – aprendizaje, y/o de competencia en diversos niveles, aparecen dificultades para poder definir concretamente los indicadores a medir en los deportistas.
Un concepto tan basto como el mencionado, de importancia tan generalizada en todo lo concerniente a la vida deportiva, en varias ocasiones dificulta a las personas encargadas de dirigir estos procesos, encontrar un método apropiado para poder medir, evaluar, y a partir de allí, optimizar los niveles de motivación en cada uno de sus deportistas. Es por esta causa que el presente estudio de investigación cree conveniente analizar el concepto motivación, referido a los deportes, para luego poder adentrarse específicamente en el abordaje de la Motivación de Logro, como una de sus teorías de mayor aplicación en el mundo de los atletas.
A los fines de una mejor comprensión del capítulo, se plasman en un primer momento enfoques y definiciones del término “motivación”, seguidamente se clasifican diversos “tipos de motivación”, para finalmente realizar una enumeración de “teorías de motivación”, vinculadas con nuestro concepto nodal, la Motivación de Logro.
ENFOQUES Y DEFINICIONES DE LA MOTIVACIÓN
Una primera mirada a la motivación: etimología del término.
Relacionar la importancia que la motivación tiene con el deporte en general, y el básquetbol en particular, es una acción que muestra total coherencia desde la etimología misma del vocablo. En este sentido, se observa que el concepto motivación proviene del verbo latino “movere”, que significa “mover”, por lo que un estado de alta motivación se relaciona con términos como: excitación, energía, intensidad o activación (Escartí y Cervelló, 1994; Roberts, 1995). No en vano, numerosos autores desde el campo de la Psicología de la Actividad Física y los Deportes, definen a la motivación como el “motor del deporte”, situándolo como el elemento necesario para movilizar la conducta del sujeto.
La motivación como proceso interno del deportista.
El atleta se encuentra atravesado por dimensiones internas y externas a la hora de interpretar, vivenciar y accionar cada una de sus experiencias deportivas. De esta manera, una de las posibilidades que existe es estudiar el concepto de motivación como un estado o proceso interno que dirige, activa y mantiene la conducta hacia un objetivo (Cashmore, 2002). De este modo, son válidas las ideas que expresan la motivación como un constructo hipotético que describe las fuerzas internas y/o externas que producen la iniciación, dirección, intensidad y persistencia de la conducta (Vallerand y Thill, 1993).
Este punto tiene especial vinculación con las causas por las cuales deportistas de ambos sexos en la disciplina básquetbol, comienzan, continúan, y desertan de la práctica activa de este deporte. Los factores que encienden el motor, permiten que siga funcionando, y posibilitan que se apague, es motivo de análisis en el presente trabajo, estando sus raíces en las palabras que los autores antes mencionados indican.
La motivación como interacción de diversas dimensiones
Una primera y concreta definición en términos de dimensiones que influyen en la conducta del deportista, expresa que la motivación “es la dirección y la intensidad del esfuerzo” (Sage, 1977).
- Dirección en el sentido de saber a dónde se dirige el esfuerzo, determinar las búsquedas, aproximaciones y atracciones del atleta por determinadas situaciones.
- Intensidad en referencia a la cantidad de empeño que el deportista emplea en un acontecimiento específico.
Si bien la bibliografía propone a través de su revisión estas dos dimensiones a tener en cuenta cuando hablamos de motivación, en posteriores indagaciones se han agregado otras tres dimensiones: persistencia, motivación continuada y resultados (Biddle et al., 1995).
- “Motivación continuada”: grado de continuidad en la realización de esa actividad o elección del deportista.
- Persistencia: qué grado de concentración puede manifestar en esa actividad.
- Resultados: inferencias realizadas a través de las victorias o derrotas conseguidas en la realización de esa actividad.
Motivación como factor que depende de ciertas características del sujeto.
Otro enfoque para estudiar el concepto de motivación lo proveen Docil y Caracuel (2003), cuando elaboran una definición al decir que la motivación es un factor disposicional que depende de varias características del individuo, como su condición actual física o psíquica, su biografía, sus gustos, preferencias, situaciones a las que busca aproximarse o alejarse, nivel de privación vivenciado, necesidades materiales y afectivas, los cuales pueden hacer variar el nivel motivacional del individuo, como así también las relaciones actuales o históricas de esa persona para con sus motivos particulares.
A lo largo del trabajo, concretamente en el tratamiento de las conclusiones, se observan las diferentes maneras de interpretar al básquetbol que tienen tanto el género femenino como el masculino, los diversos objetivos que se proponen alrededor de la práctica deportiva, a lo que están dispuestas (y dispuestos) a dejar de hacer, o no, en función de poder seguir jugando, entre otros puntos. Sin lugar a dudas, ítems todos relacionados de manera directa con el enfoque motivacional como factor disposicional.
Psicología social y psicología educacional: dos ámbitos en donde observar la motivación.
El concepto de motivación puede interpretarse, y fundamentalmente relacionarse con su pertinencia dentro del deporte, a partir de las ideas provenientes de la psicología social y de la psicología educacional, ya que se puede estudiar los modos de lograr el máximo rendimiento en una actividad profesional, y expresar estas conclusiones en lo referido al nivel deportivo de elite competitivo; o bien ahondar en las maneras en las que el niño es incentivado para la realización de actividades pertinentes al ámbito escolar, remitiendo estas conclusiones al nivel del deporte recreativo o de iniciación.
Los fundamentos los observamos, por ejemplo, en la investigación de Campbell y Pritchard (1971), al referirse al aspecto motivacional como un factor que induce a tomar decisiones en materia de elección laboral, tendientes al inicio de una actividad, realizando un determinado nivel de esfuerzo y manteniéndolo en el tiempo. Con respecto a la actividad escolar, Nicholls (1989), analiza las razones por las cuales los alumnos encuentran una orientación motivacional acorde a la realización de las actividades escolares.
TIPOS DE MOTIVACIÓN
El estudio de los tipos de motivación, cuando se destinan al comportamiento de los deportistas, tienen suma validez a los fines de conocer los motivos del inicio, orientación, mantenimiento y deserción de la práctica deportiva. Se proponen los siguientes enfoques, en virtud de su estrecha relación con la disciplina básquetbol:
Motivación básica / motivación cotidiana
Siguiendo los aportes de Buceta (1999), se puede entender la motivación desde los factores que están totalmente bajo control del deportista, y de los que no lo están. De este modo, el autor sugiere las siguientes definiciones:
- Motivación Básica: base estable de la motivación. Depende, fundamentalmente de los resultados que consigue el deportista.
- Motivación Cotidiana: tiene que ver con el interés por la actividad en sí misma. Depende fundamentalmente del disfrute y del divertimento que le proporciona la práctica deportiva.
De esta manera, queda claro que factores como los resultados deportivos no son controlados enteramente por el atleta, como sí lo son el placer y el interés generados a través de la práctica de la disciplina.
Motivación intrínseca / motivación extrínseca
A partir del trabajo de Valdés (1998), surge una nomenclatura para la motivación en función de la dimensión desde la cual provienen o se generan los refuerzos y estímulos que el deportista vivencia o interpreta. Así, existen dos procesos claramente identificables: interno y externo. Adscribiendo a las ideas de los autores, podemos mencionar que:
- Motivación Intrínseca: se refiere a los deportistas que están motivados desde sí mismos. Su propia determinación y la competencia son suficientes para que estén motivados. Se practica una actividad por el placer que se experimenta cuando se aprende, se realiza algún movimiento o se percibe alguna sensación diferente a las habituales. Tipo de motivación duradera y estable, ya que se alimenta de auto-recompensas. Depende fundamentalmente de refuerzos internos como la auto-superación, mejora de marcas, y bienestar físico o psíquico.
- Motivación Extrínseca: se relaciona con deportistas que dependen de refuerzos que provienen del exterior, necesarios para entrenar y competir: dinero, trofeos, becas, reconocimiento social, etc. Tipo de motivación más inestable que la anterior, puesto que las recompensas varían constantemente.
El presente trabajo de investigación tiene alcances metodológicamente definidos por la variable motivación de logro. No obstante, dada las observaciones del autor, al estar permanentemente en contacto con deportistas de esta disciplina, se menciona cómo el entorno puede generar tendencias en los perfiles motivacionales de acuerdo al género. Por ejemplo, en el básquetbol femenino, al carecer de estructuras competitivas profesionales en nuestro país, remuneraciones abultadas y reconocimiento social masivo, como sí sucede en los últimos años con los varones, la motivación intrínseca puede ocupar un lugar preponderante. En el básquetbol masculino, es frecuente escuchar cómo los refuerzos externos son comunes a la hora de sentirse altamente motivados.
Motivación de impulso / motivación de necesidad
De Diego y Sagredo (1992), proponen una clasificación que sigue mucho la idea de Sage (1977), cuando define a la motivación como la dirección y la intensidad del esfuerzo. Aquí se agregan los elementos que tienen que ver con el rendimiento de acuerdo al nivel de activación, y cómo el sujeto busca satisfacer determinadas necesidades que hacen a la naturaleza de existir como seres humanos
- Motivación de Impulso: se refiere a los componentes energéticos de la motivación: cómo está de activado un deportista, cuánto esfuerzo emplea para conseguir un objetivo, cómo la actuación se ve afectada si el nivel de activación es superior o inferior al adecuado.
- Motivación de Necesidad: se refiere a los componentes direccionales de la motivación, a los objetivos del deportista. Se debe conocer las necesidades individuales, base de las metas de las personas. Siguiendo la teoría de A. Maslow (1943) cada persona satisface sus necesidades según un sistema de prioridades. En primer lugar las necesidades fisiológicas, luego las de seguridad, amor, afecto, estima propia y ajena, finalmente las de auto-realización. Este orden no es irreversible, se puede avanzar y retroceder en las necesidades según las circunstancias.
Con respecto a este enfoque, es interesante ver cómo en el caso del básquetbol, si se analiza lo sucedido predominantemente en categorías formativas, la idea de “objetivos” no está sistematizada en los deportistas, sean mujeres o varones. Sin embargo, estas orientaciones motivacionales se observan en los procesos de entrenamientos muy frecuentemente: la jugadora, o el jugador, no “sabe” que está entrenando según objetivos prefijados por sí mismo, porque no lo nombra racionalmente de manera concreta, pero a la vez otorga direcciones e intensidades diferentes a ciertas conductas deportivas.
TEORÍAS DE MOTIVACIÓN
La motivación es una de las variables psicológicas, que en el plano de la actividad deportiva, ha sido analizada y estudiada con mayor rigor, ya que los alcances de ella son muy bastos. De este modo, puede ser pertinente enumerar algunas teorías que hacen a la observación de la motivación desde lugares específicos del conocimiento científico, a los fines de poder comprender con mayor exactitud el concepto central que nos ocupa en este trabajo de investigación: la Motivación de Logro.
La selección de teorías enumeradas a continuación, tiene un sentido particular: todas ellas incluyen elementos que hacen a la construcción de la teoría de Motivación de Logro. En ellas se definen cómo basquetbolistas de ambos géneros buscan acercarse o alejarse de determinadas situaciones; cómo se identifican con ciertas emociones; cómo atribuyen los motivos de sus conquistas, o sus fracasos; cómo inciden los procesos internos y los factores externos en sus conductas deportivas. Estos son los principales postes conceptuales alrededor de los cuales están enumeradas las siguientes teorías, culminando esta revisión con una pequeña introducción del tema que será protagonista del capítulo siguiente: la Motivación de Logro propiamente dicha.
Teoría de la motivación intrínseca – extrínseca
Formulada por Deci (1971) y desarrollada posteriormente por el mismo autor junto a Ryan (1985), estudia los efectos que tienen las actividades que realiza el individuo en la motivación intrínseca, extrínseca y en la desmotivación, a través de la evaluación cognitiva que el sujeto realiza. Se toma como supuesto la necesidad de la persona por sentirse competente en la actividad que practica, por lo que la ausencia de esta percepción se correspondería con una disminución de la motivación intrínseca y la aparición de la desmotivación.
A través de la indagación en esta teoría se desarrolló el modelo jerárquico de la motivación intrínseca y extrínseca (Vallerand, 1997; Vallerand y Perrault, 1999; Vallerand y Rousseau, 2001): existen tres niveles de generalidad en los que interactúan los tipos de motivación descritos y explican las razones de aparición de alguna de las motivaciones presentadas, o la ausencia de ellas.
En virtud de esta teoría se postula que la motivación facilita el alcance de tres tipos de consecuencias: afectivas, cognitivas y conductuales.
Modelo Jerárquico de Motivación Intrínseca y Extrínseca
Fuente: Modelo jerárquico de la motivación intrínseca y extrínseca (Vallerand, 1997; Vallerand y Perrault, 1999; Vallerand y Rousseau, 2001). Extraído de Dosil (2004), p. 135
Teoría de la atribución
Los autores Fonseca y Brito (2001), hablan desde un enfoque cognitivo para comprender la orientación motivacional de una persona. En este sentido, recopilan todos los elementos de la Teoría de la Atribución, en donde se destacan los aportes de Tolman (1932), consolidándose con los modelos propuestos por Heider (1958) y Weiner (1972).
Precisamente los dos últimos autores citados desarrollan el concepto de que los individuos atribuyen a diferentes factores las causas de sus actuaciones, variando de esta manera el nivel de motivación con el cual se enfrentarán a diversas actividades. Estos factores se clasifican de la siguiente manera: habilidad, esfuerzo, dificultad de la tarea, y suerte. La contribución de Fonseca y Brito (2001), radica en la idea que las atribuciones se producen por causas internas o externas (locus de control), siendo algunas de ellas más estables y controlables, y otras inestables e incontrolables por el sujeto.
Este aporte puede ser de radical trascendencia en el ámbito deportivo, ya que es muy frecuente que deportistas de idénticas edades, similar nivel de habilidad y entorno competitivo, como los integrantes de la muestra de este trabajo de investigación, adjudiquen sus éxitos y fracasos a factores tan disímiles como la persistencia en el entrenamiento de la semana, la concentración para practicar las consignas asignadas, la solidaridad en el campo de juego, o bien la suerte, la cábala, los fallos del árbitro, la superficie de la cancha, solo por citar algunos ejemplos.
Teoría social – cognitiva
Roberts (1995), relaciona los aportes de Bandura (1986), precursor de esta teoría, la cual está basada en las expectativas y valores que los individuos adjudican a diferentes metas y actividades. La influencia de esta aproximación puede ser importante en el ámbito deportivo (y el básquetbol como disciplina no sería la excepción), ya que subyacen otros conceptos que soportan sólidamente este enfoque social-cognitivo:
- Teoría de la autoeficacia: diseñada por Bandura (1977), y reformulada por Balaguer et al. (1995). Trata la influencia que tienen los juicios del individuo acerca de su capacidad en la motivación y en la conducta. Cuando se habla de deportistas, el término “expectativas” adquiere gran relevancia, ya que éstas pueden estar orientadas hacia la autoeficacia propiamente dicha (capacidad percibida para ejecutar con éxito una determinada acción), o a los resultados (probabilidad percibida de que un comportamiento deportivo producirá consecuencias específicas). En el caso del básquetbol, lo primero se puede relacionar, por ejemplo, con lanzar al canasto cuando hay espacio para hacerlo, y lo segundo con convertir ese lanzamiento.
- Teoría de la competencia percibida: White (1959), comienza a formular que los deportistas se motivan por la necesidad de ser eficaces en su entorno, lo que quiere decir, sentirse realmente parte del equipo de básquetbol, según el esquema de nuestro trabajo de investigación. En las edades comprendidas en la muestra (15 a 18 años), puede estar presente en alguna categoría observada, cómo la figura del entrenador y de las/os propias/os compañeras/os de equipo pueden constituirse en figuras centrales, en esta necesidad de “sentirse competente”.
- Teoría de la perspectiva de metas: Castillo, Balaguer y Duda (2000), exponen que existen dos tipos de metas que refleja el criterio con el cual las personas juzgan su nivel de competencia en un determinado contexto. De gran implicancia en el ámbito educativo, por atender la cuestión de la enseñanza – aprendizaje y el particular momento de la evaluación como parte de ese proceso, en la esfera deportiva puede tener gran ingerencia, ya que cuando las metas son del tipo “maestría” se hace referencia a la tarea, por lo cual implícitamente el deportista se está comparando consigo mismo. Cuando las metas son del tipo “ego” se hace referencia al resultado provisto por la comparación de la ejecución propia con la de los demás.
En este sentido, los integrantes de la muestra pueden expresarse acerca de sus prioridades, aprender y consolidar habilidades, o ganar partidos.
Teoría de la asociación cognitiva
Morán (2004), formula que el individuo ante cualquier situación realiza una serie de asociaciones cognitivas, dependientes de varios factores (individuales, sociales, culturales o ambientales), lo cual hace que un acontecimiento se perciba como positivo o negativo (cuando es conocido), o neutro (cuando es nuevo). Aquellas situaciones en las que tienen más peso los aspectos positivos serán más motivantes para el individuo, que aquellas en donde los aspectos negativos sean los preponderantes. Cuando una determinada situación apenas tenga aspectos positivos o negativos (irrelevantes) se considerará neutra, y el sujeto no estará ni motivado ni desmotivado para realizarla.
Es llamativo la manera en que un mismo estímulo, como puede ser un partido oficial trascendente en un torneo, por ejemplo, puede ser interpretado de diversas maneras por deportistas diferentes, más allá de su nivel de habilidad: mientras que para algunas/os puede ser una situación cuyos aspectos positivos prevalecen, siendo un acontecimiento altamente motivante, para otras/os puede no serlo, por asimilar la aparición de numerosos aspectos negativos y hasta amenazantes.
Precursores de la Teoría de la Motivación de Logro
Los planteamientos iniciales se atribuyen a Adler (1924), las primeras transferencias al ámbito de los deportes a Murray (1938), y el desarrollo central y exhaustivo a Atkinson (1957) y McClelland (1961), elaboradores de un modelo que tiene gran tradición en la actividad física y los deportes.
Se otorga a la actividad deportiva un carácter de logro, es decir, se define como un contexto en el que los participantes intentan superarse. Acorde a lo expresado tanto por Escartí y Cervelló (1994), como por Weinberg y Gould (1996), la motivación de logro de factores personales (motivo de conseguir el éxito o evitar el fracaso) y situacionales (probabilidad de éxito/fracaso y valor incentivo del éxito/fracaso), interactúan y explican la motivación. De esta forma, se observan las características personales de un deportista, cuya conducta tenderá a buscar el éxito o evitar el fracaso, dependiendo, fundamentalmente, de la probabilidad con la que perciba el éxito / fracaso, tanto en el entrenamiento como en la competición, así como del valor que le otorgue a esa actividad.
A través del siguiente cuadro se puede observar que los deportistas con altos niveles de rendimiento son aquellos que se concentran más en el orgullo, eligiendo situaciones de riesgo y buscando el desafío, mientras que los deportistas con pobres niveles de rendimiento se centran en el miedo al fracaso, tratando de evitar situaciones que conlleven riesgo.
Fuente: Adaptado de Weinberg y Gould (1996). Extraído de Dosil (2004), p. 134
Se destaca cómo esta exposición de la motivación en términos generales hace meollo en los objetivos específicos de la investigación, explicando desde el punto de vista conceptual las maneras en que luego se analizan las causas de inicio, continuidad y deserción en la práctica del básquetbol, como así también la verificación de la diferencia a partir de la noción de género en los niveles de motivación de logro de los integrantes de la muestra.
LA MOTIVACIÓN DE LOGRO EN EL BÁSQUETBOL
INTRODUCCIÓN DEL CAPÍTULO
La práctica deportiva del básquetbol tiene que ver en varios aspectos con “lograr”. Desde los primeros contactos con la disciplina, hasta el desarrollo maduro como deportista, la persona acumula logros a través de su experiencia: en un momento dado ese logro podrá ser la correcta ejecución de un lanzamiento en bandeja, en otro la incorporación del concepto de la visión periférica “pelota y hombre”, la efectividad en tiros de tres puntos superior al 50%, o la conquista de un campeonato nacional o internacional. Existen logros individuales y logros colectivos; algunos tienen que ver con el rendimiento, otros con el resultado.
Por estas razones, la motivación de logro como teoría aplicada puede poseer importantes alcances en las maneras de comprender por qué hay atletas que buscan sostenidamente el logro, y otros que parecieran no tener suficientes motivos para ir por ellos.
Observar cómo las basquetbolistas organizan en su psiquismo la idea de éxito y fracaso, cómo regulan desde lo emocional las sensaciones de orgullo y vergüenza, y a qué factores atribuyen sus conquistas y sus decepciones, son las cuestiones principales que atraviesan este estudio, sin perder nunca de vista las implicancias que las relaciones de género pueden tener en estos niveles de motivación de logro. Por eso la indagación acerca de los mismos puntos también se realiza con varones. Lo anteriormente mencionado tiene que ver con los aspectos que se exponen desde la teoría en el presente capítulo, salvo lo relativo a la noción de género, abordado en el capítulo siguiente.
CONCEPTO DE MOTIVACIÓN DE LOGRO
El concepto ha sido estudiado y revisado por numerosos autores, comenzando su definición en el período de entreguerras, al referirse a “los esfuerzos de una persona por dominar una tarea, sobresalir, superar obstáculos, rendir más que los demás y enorgullecerse de sus cualidades” (Murray, 1938). En este sentido, las características de la sociedad moderna influyen decididamente en el interés por el análisis de esta idea: ocupaciones, oficios y profesiones cada vez más especializadas y en continuo avance, sientan las bases de un escenario óptimo para la indagación en los motivos de los individuos acerca de sus ansias de logros y superaciones. El deporte no tiene por qué ser la excepción, dado su gran desarrollo y crecimiento a nivel mundial, en el S. XX.
Posteriormente, se puntualiza la definición de Motivación de Logro como “la orientación de la persona hacia el esfuerzo por tener éxito en una tarea determinada, la persistencia a pesar de los fracasos, y la sensación de orgullo por las ejecuciones realizadas” (Gill, 1986).
Su vinculación con el básquetbol en general, y el femenino en particular, es clara: la motivación de logro permite discernir las razones por las cuales un/a deportista desea aprender, perfeccionar y sobresalir dentro del ámbito de la disciplina, de acuerdo a las diferencias individuales de cada uno/a, en el sentido de otorgar intensidades diferentes a los esfuerzos en virtud del significado propio que adquiere el básquetbol para sus vidas.
MOTIVACIÓN DE LOGRO, COMPETITIVIDAD Y AUTO-COMPETENCIA
Si bien en el ámbito deportivo la motivación de logro se conoce popularmente como competitividad, es necesario hacer la siguiente salvedad: existen diferencias entre la idea de “competitividad” y la idea de “auto-competencia”.
La primera puede definirse como “la disposición a esforzarse para obtener algún tipo de satisfacción, al establecer comparaciones con algún estándar de excelencia en presencia de evaluadores” (Martens, 1976). De este modo, se la considera una conducta de logro en un entorno competitivo, siendo la evaluación social un elemento clave.
La segunda surge del ímpetu de la persona por superar sus propias limitaciones en la ejecución de una actividad, no precisando de un contexto externo para poder medirse. Muchos individuos compiten consigo mismos incluso cuando no hay evaluadores presentes (por ejemplo durante los entrenamientos tratando de mejorar la ejecución de algún gesto técnico).
De esta manera, queda clara la vinculación de la motivación de logro con ambos preceptos: existen orientaciones hacia el esfuerzo por la superación intra-personal, lo cual da cuenta de los niveles de auto-competencia, del mismo modo que aparecen orientaciones hacia conductas evaluadas socialmente, dando lugar a diferentes niveles de competitividad del atleta.
La motivación de logro, cabe destacar, no sólo tiene que ver con el resultado final o la búsqueda del progreso, sino también con la ruta psicológica que se emprende para intentar llegar hasta allí.
TEORÍAS QUE CONFORMAN LA MOTIVACIÓN DE LOGRO
Debido a lo extenso en el alcance del concepto de Motivación de Logro, y los numerosos autores que han trabajado en esta temática, se han seleccionado tres postes teóricos que hacen a la naturaleza y funcionalidad de la teoría madre, en función de los objetivos del presente trabajo de investigación:
- Teoría de la Necesidad de Logro
- Teoría de las Atribuciones
- Teorías de las Metas de Logro
Alrededor de los aportes provistos por estos elementos se ha indagado en las entrevistas en profundidad con cada uno de los integrantes de la muestra, siempre teniendo presente la dimensión de las relaciones de género como posibles coproductoras de los factores que hacen a la motivación de logro en las deportistas.
Teoría de la Necesidad de Logro
Es una perspectiva interaccional que considera tanto a los factores personales como a los situacionales de manera trascendente en la predicción de la conducta (Atkinson, 1974; McClelland, 1961).
Mediante esta teoría se puede determinar los motivos acerca de los cuales un/a deportista puede acercarse a ciertas situaciones y alejarse de ciertas otras, especificar los caminos en la búsqueda del éxito y orgullo, como así también en la evitación del fracaso y de la vergüenza.
Indagar en estos aspectos puede ser importante, ya que permite conocer tanto el núcleo como la periferia de la experiencia deportiva de la persona, en sus aspectos eminentemente deportivos, y en las cuestiones referidas a la faz humana también. De este modo, se puede realizar un mapeo del proceso que una o un atleta vive alrededor de la práctica del básquetbol, teniendo como timón en la conducta del individuo la intensidad y la dirección de sus esfuerzos.
Se pueden encontrar cinco componentes:
- Factores de personalidad o motivos
- Factores situacionales
- Tendencias resultantes
- Reacciones emocionales
- Conductas relacionadas con el logro
Factores de personalidad
Existen dos motivos de logro fundamentales: alcanzar el éxito (“capacidad de sentir orgullo o satisfacción en las realizaciones” (Gill, 1986) y evitar el fracaso (“capacidad de sentir vergüenza o humillación como consecuencia del fracaso” (Gill, 1986). La conducta de una persona se verá influenciada por el equilibrio que exista entre un motivo y otro.
Por ello, los deportistas de alto rendimiento, predominantemente, son aquellos que poseen niveles altos de motivación para alcanzar el éxito, y bajos para evitar el fracaso. Lo opuesto ocurre con deportistas de bajo rendimiento: centran sus niveles de motivación en la evitación de la frustración, y no en la búsqueda de la conquista.
Factores situacionales
A la hora de observar este factor, es preciso tener presentes las dos consideraciones básicas que aporta la teoría: probabilidad de éxito (quién es el adversario con el que se compite y qué dificultad trae aparejada la tarea), y valor incentivo del éxito (valoración que se otorga al triunfo en la competencia según los parámetros recién mencionados). Las situaciones que suponen probabilidad de éxito de un 50% (desafío difícil pero asequible) proporcionan a los deportistas de alto rendimiento el máximo incentivo para la adopción de conductas de logro (Weinberg y Gould, 1996).
Tendencias resultantes
Se obtienen al examinar los niveles de motivos de logro de una persona (para alcanzar el éxito o evitar el fracaso), respecto a consideraciones situacionales (probabilidad de éxito o valor incentivo del éxito). Dicho de otro modo, analizar los dos primeros factores propuestos por la Teoría de la Necesidad de Logro. Este apartado tiene su máximo grado de aplicación en situaciones donde las posibilidades de éxito son del 50% (Weinberg y Gould, 1996), ya que los deportistas de alto rendimiento disfrutan de competir contra otros atletas de similar nivel de habilidad, constituyendo este espacio, el de un desafío adecuado. En cambio, los deportistas de bajo rendimiento eluden este tipo de situaciones, prefiriendo en su lugar tareas fáciles en donde el éxito esté asegurado, o situaciones extremadamente difíciles, en donde la chance de triunfo sea prácticamente nula.
Reacciones emocionales
En términos de lo que ocurre en el plano emocional, tanto los deportistas de alto nivel de rendimiento como los de bajo nivel de rendimiento, tienen una meta común: el deseo de experimentar orgullo y reducir al mínimo el grado de vergüenza. La diferencia se encuentra en que los de alto rendimiento se concentran más en el orgullo, mientras que los de bajo rendimiento hacen lo propio con la vergüenza y la preocupación (Weinberg y Gould, 1996).
Conductas relacionadas con el logro
Indican el modo en el que los cuatro elementos anteriores interactúan para influir en la conducta. Los buenos ejecutores eligen tareas más exigentes, prefieren riesgos intermedios, y rinden más en situaciones de evaluación. Los restantes evitan este tipo de tareas y desafíos, a la vez que rinden menos en situaciones de evaluación (Weinberg y Gould, 1996).
Teoría de la Atribución
Su aportación es de una importancia capital en el ámbito deportivo, y la disciplina del básquetbol no está ajena a sus implicancias, ya que se centra en la forma en que las personas explican sus éxitos y sus fracasos.
Dada la naturaleza de sus aportes, queda claro que los/as deportistas pueden brindar innumerables explicaciones distintas acerca de los motivos por los cuales sus actuaciones son satisfactorias, o insatisfactorias. Por este motivo, Weiner (1986) ha agrupado todo este conglomerado en unas pocas categorías: estabilidad (estable o inestable), causalidad (factor interno o externo), y control (bajo control o fuera de control).
Las atribuciones afectan a las expectativas de éxitos o fracasos futuros y a las reacciones emocionales, lo cual no se circunscribe solamente a deportistas maduros que ya compiten en niveles importantes, sino también a atletas jóvenes, niños o adolescentes, que se encuentran en pleno proceso de aprendizaje y formación. En este sentido, no es lo mismo tener la creencia, a la edad de 13 años, por ejemplo, de que “el que juega bien lo hace porque tiene talento, o está tocado por la barita mágica” (lo cual es un claro factor inestable, externo y fuera de control) a que el pensamiento sea del tipo “el que juega bien lo hace porque se entrena constantemente y se esfuerza por aprender y mejorar” (lo cual se corresponde con categorías estables, internas y bajo control). Exactamente lo mismo sucede en el plano profesional, a la hora de analizar las razones de niveles de rendimiento individual elevados, o mediocres, como así también las causas de las victorias o derrotas a nivel colectivo. En este sentido, escuchar testimonios, como por ejemplo, “va a ganar el que se haya levantado mejor esa mañana” o “perdimos porque tuvimos mala suerte, encima el árbitro cobró en contra, y en esta cancha no pudimos ganar nunca”, por un lado, son frecuentes, y por otro, marcan una tendencia en donde lo atribucional está determinado por motivos inestables, externos y fuera de control.
De este modo, es claro observar cómo la atribución del rendimiento a ciertos tipos de factores estables se ha vinculado a las expectativas de éxito futuro. Si se vincula el buen rendimiento a factores inestables, no se esperará que se produzca regularmente.
Las atribuciones tanto a factores internos o bajo control como a factores externos o fuera de control con frecuencia se traducen en reacciones emocionales como el orgullo y la vergüenza. La preponderancia de unas sobre otras tiene que ver con el resultado de la ejecución: si ésta es exitosa, lo que puede aparecer es sensación de orgullo, mientras que en caso contrario, puede ocurrir lo propio con la sensación de vergüenza.
Una última consideración a la teoría la brinda la idea de locus de control, ya que resume de un modo muy claro lo mencionado anteriormente con la síntesis de Weiner: “es la creencia que tiene cada deportista acerca de las conexiones entre los éxitos y los fracasos y su propio comportamiento o conducta deportiva” (Vasalo, 1997).
Así se puede definir:
- Locus de Control Interno: el atleta considera que hay una relación directa entre su actuación deportiva y el resultado que ha conseguido.
- Locus de Control Externo: el atleta considera que no hay una relación directa entre su actuación deportiva y el resultado que ha conseguido.
Predominantemente, el deportista cuyo locus de control es interno puede ser más productivo, ya que tiene la sensación de control sobre su actuación deportiva y sobre la posibilidad de modificarla en competición para obtener mejores resultados (Vasalo, 1997).
Teoría de las Metas de Logro
Esta teoría constituye un método para la comprensión de las diferencias en el logro. Hay tres factores que interactúan para determinar la motivación de una persona: los objetivos de logro, la capacidad percibida y la conducta de logro (Duda y Roberts, 1993). Los dos primeros motivos originarán al tercero.
Para comprender qué motiva a un/a deportista, se debe saber cuál es el significado de “éxito” y “fracaso” para cada caso en particular. Así, lo pertinente puede ser analizar los objetivos de logro de ese individuo y la manera en que éstos interactúan con sus percepciones de competencia.
El análisis de estos ítems según la Teoría de las Metas de Logro, define que:
- Los objetivos de logro pueden estar orientados a la tarea u orientados al resultado.
- La capacidad percibida puede tener un nivel elevado o un nivel bajo.
- Las conductas de logro pueden describirse en torno a la ejecución, el esfuerzo, la persistencia y la elección de tareas de un/a deportista.
De este modo, un/a basquetbolista puede fijar sus metas preponderantemente en el aprendizaje y el desarrollo de habilidades (mejorar la técnica de lanzamiento, postura defensiva o capacidad de concentración en el juego pueden ser ejemplos), o priorizar el resultado de esas acciones y sus consecuencias a nivel individual y colectivo (convertir el lanzamiento más allá de cómo fue ejecutado, evaluar si pudo contener defensivamente a su oponente al margen de los recursos utilizados, o si ganó el equipo, independientemente de las conductas ejecutadas).
Ahora bien, optar por unos u otros tipos de objetivos, según la clasificación propuesta, puede determinar diferentes características en los perfiles de los deportistas ejecutantes.
Los autores mencionados, coinciden según la evidencia de sus observaciones con sujetos de diferentes edades, niveles competitivos y disciplinas deportivas, lo siguiente:
Objetivos orientados a la tarea: promueven una sólida ética de trabajo, persistencia a pesar del fracaso, mayores probabilidades de ejecución óptima. Protege a la persona de la decepción, la frustración o la falta de motivación que acaso surjan cuando su ejecución sea superada por la de otros. En este sentido, concentrarse en la ejecución personal proporciona un mayor control. La motivación es consolidada. La elección de desafíos es realista (moderadamente dificultosos). No suelen tener temor al fracaso, dado que su percepción de capacidad se basa en sus propios estándares de referencia. La autoestima también se consolida, con lo cual se eleva paulatina y sostenidamente su nivel de competencia percibida (cuán bien es capaz de realizar determinadas acciones dentro del campo de juego).
Objetivos orientados al resultado: se juzga el éxito a partir de la forma en la que se realizan comparaciones con otros deportistas, con lo cual se corre el riesgo de que la competencia percibida sea frágil. Se promueve un modelo conductual poco adaptativo, ya que la primacía de “ganar” hacer perder de vista los caminos para tratar de conseguir la victoria, por ende la elección de tareas se direcciona hacia contiendas fáciles en donde el éxito esté asegurado, o muy difíciles en donde el compromiso sea bajo. Finalmente, el nivel de rendimiento suele ser bajo en situaciones de evaluación.
Información provista por las teorías de motivación para el logro
Fuente: Extraído de Weinberg y Gould, (1996), p. 91
A través del desarrollo de las teorías que conforman la Motivación de Logro queda plasmada la idea de que en el sujeto impactan tanto características personales, como factores situacionales, si se pretende observar cuáles son las causas de la orientación motivacional.
Atendiendo a los momentos evolutivos del individuo, se estima que la motivación de logro se desarrolla en tres fases secuenciales (Scanlan, 1988; Veroff, 1969). No todas las personas llegan al último estadio, pudiendo variar las edades en que se alcanza cada uno de ellos. Siguiendo a Weinberg y Gould (1996):
- Fase de competencia autónoma: aproximadamente desde el nacimiento hasta los cuatro años de edad, el niño centra su atención en el dominio de su entorno y en la evaluación de sí mismo.
- Fase de comparación social: se inicia estimativamente a los cinco años de edad, el niño centra su atención en comparar su ejecución con la de los demás pares de su entorno.
- Fase integrada: puede desarrollarse en las personas (en mayor o menor medida) a partir de los 12 años aproximadamente, incluyendo estrategias de logro tanto autónomas como de comparación social, es decir, el sujeto sabe cuál es el momento apropiado para competir y compararse con los demás, y cuándo conviene adoptar patrones auto-referenciales.
Si trasladamos estos conceptos al ámbito de la práctica deportiva, se puede afirmar que, predominantemente, en la fase autónoma el deportista juega para divertirse, en la fase de comparación social juega para divertirse y ganar, y la fase integrada para divertirse, ganar y mejorar (Vasalo, 2005).
A través del estudio del concepto de MOTIVACIÓN DE LOGRO, mediante la exposición de los elementos mencionados en el capítulo, queda plasmada la trascendencia de esta idea, que mediante las posibilidades otorgadas por la Teoría de las Necesidades de Logro, de las Atribuciones, y de las Metas de Logro, el lector podrá comprender las conclusiones del presente trabajo de investigación.
La intención no es otra que indagar, a través de estos elementos, en el universo personal de cada integrante, las razones que hacen de su experiencia deportiva, un motor de crecimiento en cada una de sus vidas, y por qué no también, poder contribuir a la explicación en caso de que no suceda, para poder brindar herramientas de asistencia a una problemática, que bien puede estar atravesando la realidad de numerosas instituciones deportivas, recreativas y escolares de nuestro entorno.
RELACIONES DE GÉNERO Y BÁSQUETBOL
INTRODUCCIÓN DEL CAPÍTULO
Dos asuntos pueden surgir como inmediatos si se trata de comprender el significado de este capítulo, y a la vez esclarecer al lector la trascendencia del mismo: por un lado, indagar acerca del tratamiento en cuanto a la noción de género en el presente trabajo de investigación, mientras que por otro, reflexionar acerca del vínculo entre este concepto y la motivación de logro.
Ambas cuestiones encuentran su respuesta en las dos ideas centrales, a nivel teórico, que atraviesan este tramo del estudio: entender la constitución del sistema de relaciones de género como el “conjunto de expectativas y valores sociales establecido para lo femenino y lo masculino” (Morgade, 2000); y la performatividad como “el aspecto del discurso que tiene la capacidad para producir lo que nombra, otorgando a la palabra un poder instituyente” (Butler, 1997).
Claramente, lo que el cuerpo social espera de una mujer difiere sustancialmente de lo que aguarda de un varón. El ámbito del deporte en general, y del básquetbol en particular, no son la excepción. De este modo, la misma esfera de lo colectivo pone en funcionamiento mecanismos cotidianos de naturalización de determinadas ideas, en donde el dispositivo lingüístico posee suma potencia, a la hora de instalar modos de ser y hacer, por vía de la repetición. La vida deportiva, nuevamente, no es ajena a esta maquinaria.
Esta es la mirada desde la cual se aborda el capítulo, a los fines de presentar elementos concretos con los cuales reparar en las subjetividades de las (y los) jóvenes atletas entrevistados, y comprender cómo los diferentes grados de “adaptación” a determinadas opiniones y concepciones, las cuales tienen que ver con los motivos que impulsan a tener (o carecer) de ciertas conductas, no son producto de la casualidad.
RELACIONES DE GÉNERO: UNA CUESTIÓN DESIGUAL
Entre el hombre y la mujer existen diferencias: algunas provienen del ámbito de lo fisiológico, otras de lo social. Desde este lugar, se puede fundamentar una primera distinción: el “sexo” no es lo mismo que el “género”: mientras lo primero está condicionado por la carga biológica y el papel en la función reproductiva que cumplen ambas partes, lo segundo está atravesado por la construcción humana acerca de los roles, funciones y atribuciones que tanto unos como otras poseen a lo largo de sus existencias. En este sentido, hablar de cuestiones de género es referirse a relaciones creadas en la vida social, no inscriptas en la carga genética de las personas (Morgade, 2000).
Así, como se ha esbozado en la introducción, las cuestiones de género se constituyen en un verdadero sistema, caracterizado por la desigualdad en cuanto a las expectativas y valores que se le otorga a las dimensiones de lo masculino y femenino. No en vano, se afirma que “la sociedad moderna está caracterizada por una configuración de relaciones entre los sexos signada por la inequidad” (Morgade, 2000).
La mencionada autora llega a esta conclusión luego de enumerar los factores, que en su opinión, crean los mensajes acerca de cómo es y debe ser una mujer y un varón:
- la cultura predominante
- las formas de producción económica
- la distribución del poder en el espacio social y el tiempo histórico
Aspectos estos por demás interesantes, ya que haciendo alusión al tema específico que convoca este trabajo de investigación, y de ningún modo ingresando en el terreno de la inclinación ideológica o política, ya que es un plano que excede los alcances del mismo, se puede observar cómo en el terreno del básquetbol, a nivel mundial, la cultura otorga un lugar de privilegio a la esfera masculina, las retribuciones económicas son ampliamente superiores en el caso de los varones, y la distribución del poder está signada predominantemente por la ocupación de hombres en posiciones jerárquicas de trascendencia, ya sea conduciendo los destinos de una institución deportiva, de un equipo deportivo, de un ente federativo, o en la organización misma de los campeonatos alrededor del globo. No es casualidad entonces que se afirme que “las diferencias de género son más significativas que las diferencias sexuales a la hora de elegir una determinada disciplina deportiva” (Petrucelli, 2004).
Como se ha definido, las relaciones de género son productos sociales. Han ido formándose a lo largo del tiempo y del espacio. Se trata de un conjunto de representaciones imaginarias que, como toda sociedad, está en constante cambio. De este modo, no es éste un concepto estático, sino eminentemente dinámico, y es esta arista particularmente relevante a los efectos del estudio, ya que las entrevistas realizadas se convierten en un corte sincrónico, dentro de un ámbito acotado y específico (basquetbolistas mujeres y varones de 15 a 18 años), acerca de las concepciones que vinculan a lo femenino y a lo masculino, entrelazado con el mundo deportivo.
La naturaleza de este ámbito atlético, en el caso de las mujeres, consta de características que no siempre se corresponden con las imágenes clásicas de la femme delicada y sumisa. Por el contrario, aspectos diametralmente opuestos suelen ser indicadores comunes en los modos de ser y actuar de las chicas. Es decir, que numerosas nociones de “masculinidades” y “feminidades” se mezclan en la vida cotidiana de quienes participan activamente del proceso deportivo.
Muchos investigadores han sospechado que las mujeres ven algún tipo de conflicto en el modo en que su participación en el deporte competitivo pueda afectar a su feminidad. Las imágenes, definiciones y expectativas que la sociedad tiene de las deportistas parecen colisionar con su concepto del mantenimiento del “estilo femenino”. En este sentido, se advierte que los ideales victorianos de la feminidad (sumisión, delicadeza, belleza y pasividad) chocan con las imágenes ideales del deporte competitivo: agresividad, fuerza, dureza y logro (Allison, 1991).
El apartado que se abre, entonces, es pensar al género “no tanto como dos polos sino como un conjunto de relaciones en las que hay imágenes predominantes e imágenes silenciadas” (Morgade, 2000). Preponderantemente depende del entorno concreto, el tiempo histórico, y la propia interpretación de los estímulos vivenciados.
PERFORMATIVIDAD: LA PALABRA COMO CREADORA E INSTALADORA DE REALIDADES
Si bien puede haber numerosas opiniones al respecto, una de ellas, no carente de fundamentos, puede expresar que el lenguaje es una de las herramientas de mayor impacto en la historia de la humanidad. Su función principal, claro está, es posibilitar la comunicación. Ésta, precisamente, es la encargada de nutrir al sujeto de nociones, ideas, conceptos y teorías, que al son de su experiencia vivencial, configuran lo que considera “la realidad”. El carácter preexistente de estos elementos otorga un componente extra: el individuo aprehende concepciones heredadas, en el sentido que se apropia de este “paquete”, vía mecanismos voluntarios e involuntarios que operan de manera simultánea. La educación formal, los procesos de socialización primaria y secundaria, y la influencia de los medios masivos de comunicación, son claros ejemplos de ejes que moldean las posiciones relativas a variados temas en nuestra época postmoderna.
Atravesando todo este proceso, se encuentra el dispositivo clave que acciona todo el engranaje: la palabra. Es por ello que todo cuerpo social encuentra en sus modos de comportamiento dispositivos formulados y reafirmados por el discurso. Y es en este punto donde la idea de “performatividad” adquiere trascendencia, ya que define concretamente “al habla como creadora de la situación que nombra, sobre todo, a medida que se repite y se sedimenta en la cabeza de la gente” (Butler, 1997). De este modo, como una repetición y un ritual, la performatividad permite la naturalización de imágenes dominantes, y la sumisión de posiciones “laterales”.
Dicha autora, al vincular este concepto con la identidad sexual y la cuestión de género, pone sobre el tapete repensar el lugar en que los sujetos son ubicados en el escenario social, a partir de lo que dicen y nombran, provocando efectos en el contexto colectivo, el cual los sitúa en una posición determinada por estas acciones, y desde la que cada uno de ellos entabla una lucha por la praxis propia, auténtica, en su vida cotidiana.
Parafraseando el título arriba apuntado, la palabra, a través de la utilización de expresiones que en las condiciones adecuadas, provocan justo aquello que dicen que provocan, crea imágenes “reales”, instalando escenarios “reales”.
Y si lo relativo al género está surcado por este concepto, el básquetbol como representante del ámbito deportivo, también. Es notorio, para quienes palpitan día a día la vida interna de las instituciones deportivas, cómo el discurso coloca “parcelas de realidad” en el modo de ser y hacer de las personas, justamente el aspecto que Butler menciona como uno de los más nocivos en los alcances de la performatividad, “desplazando el orden de las cosas que somos, al orden de las cosas que hacemos” (Butler, 1997).
¿Por qué hay muchos entrenadores de básquet femenino, pero no entrenadoras de básquet masculino? ¿Por qué hay dirigentes varones en el básquet femenino, pero no dirigentes mujeres en el masculino? ¿Por qué es tan desproporcionada la cantidad de varones jugadores con respecto a la cantidad de mujeres jugadoras? ¿Por qué el acceso a la información del básquet femenino es tan acotado en comparación a lo que sucede con el básquet masculino? ¿Por qué en las entrevistas realizadas para este trabajo se aprecia una mirada diferente de parte de la sociedad para con la chica deportista respecto del chico deportista? No han sido pocas veces las que se han escuchado en las paredes de clubes, colegios y entidades organizadoras, “lo relegado que está el básquet femenino…”, “lo restringida que está la difusión del básquet femenino”, como así también juicios del tipo “las mujeres no están para jugar seriamente a esto…”, “y bueno, dale una pelota y que se entretengan un rato, total a esa hora no hay nadie entrenando en la cancha…”, “todos sabemos que el femenino es una cosa de relleno…”, etc.
En este sentido, la cultura, la forma de producción económica y la distribución del poder, enmarcan este cuadro de situación. Completando el panorama, puede ser muy interesante reflexionar acerca de los alcances en la potencia del uso lingüístico, teniendo presente cuánto de lo que se dice y se nombra, se repite y se reafirma, termina siendo verdad.
JUGUETES: LA ANTESALA DE LA INEQUIDAD DEPORTIVA DE GÉNERO
Tomando al básquetbol como ejemplo, pero con la firme certeza de haber observado por años lo acontecido (y lo que sucede) en otras disciplinas, es llamativo ver cómo en el interior de los clubes (instituciones por excelencia en nuestro país encargadas de contener a la población deportiva), predominantemente, los varones que practican deporte superan con creces a las mujeres. Este punto se extiende a la frecuencia de entrenamientos, de competencia, cantidad de clubes, entre otros aspectos.
¿Cuáles son los factores que configuran esta situación? ¿Por qué las mujeres parecen menos adeptas a la vida deportiva? ¿Por qué la desproporción comienza ya desde edades de temprana infancia?
Analizar las causas implica el abordaje de numerosos aspectos, que se pueden sintetizar en dos grandes posiciones: o existen factores innatos que determinan “prima facie” esta tendencia, o existen condicionamientos culturales que posibilitan esta realidad.
La evidencia indica que el segundo supuesto es el veraz, subrayando ciertas características en el carácter de varones y mujeres. Si este proceso comienza en los primeros años de vida del individuo, ¿con qué elementos concretos en el desarrollo de la persona tendrá que ver este condicionamiento? La respuesta puede encontrarse, entre otros factores, en los juguetes.
Aquí las definiciones provistas respecto al sistema de relaciones de género confirman el papel diferencial en las expectativas, roles, y valores sociales que nenas y nenes deben ir forjando desde pequeños: el efecto de los juguetes no es neutral, está claramente identificado por mensajes predeterminados, funcionales a un paradigma adulto acerca de lo esperable para una mujercita o un varoncito.
La vinculación con el mundo de los deportes es muy estrecha, ya que por la naturaleza lúdica de los juguetes, ellos se convierten en la antesala de la práctica deportiva, entendiendo al deporte como “juego reglado”. La división alrededor de perfiles, preferencias, roles y carácter que traen consigo jovencitas y jovencitos deportistas, comienza mucho antes de formar parte activa de un equipo de básquetbol. Está cimentada muchas veces en los juegos y juguetes a la que son acercados (o alejados) selectivamente en función de su sexo.
De este modo, se observa que “en el niño la tendencia a jugar es ciertamente innata, pero las formas en las cuales el juego se expresa, sus reglas, sus objetos, son indudablemente el producto de una cultura. Así, el patrimonio lúdico es transmitido de generación en generación, de adultos a niños, de niños más grandes a niños más pequeños, y las variaciones de un paso a otro son limitadas” (Belotti, 2001). En este sentido, el concepto de performatividad puede cobrar gran importancia.
Un ejemplo cabal de la injerencia cultural en las formas de los juegos lo manifiesta el hecho de que hasta la edad de 5 ó 6 años niños de ambos sexos se ven atraídos por igual hacia los juegos en los cuales imitan las actividades domésticas, motivados por las características de los elementos utilizados: agua, fuego, alimentos, palos, baldes, entre otros. A partir de ese momento, mientras las niñas no se ven compelidas a modificar el hábito de “practicar” con estas herramientas, con los niños no sucede lo mismo, ya que en varias oportunidades son los padres o mayores allegados los que “sugieren” cambiar de juguetes, y por ende, de juegos. De otra manera, pareciera significar que el niño o la niña no han aceptado su rol y que por tanto algo no ha funcionado (Belotti, 2001). Clara alusión a que la cuestión de género ya está presente en el corazón de la infancia.
La noción de juguetes “justos” y “equivocados”, trabajada por Gianni Belotti (2001) en su ensayo “Pistolas para los niños, muñecas para las niñas”, es una construcción de los adultos, en donde los postes de su socialización primaria (padres y entorno íntimo) direccionan explícitamente lo que está bien y lo que está mal, a la hora de elegir juguetes y juegos.
Dentro de este esquema, repasando la influencia cultural en la que están insertos los mensajes que reciben los niños, el elemento “pelota”, herramienta simbólica central en la esfera del deporte en general, y del básquetbol en particular, no es un juguete neutro: está asociado netamente con lo masculino, al igual que los rasgos aparejados, como la fuerza, la potencia, la rudeza, lo físico, lo activo. Por ende, no es casualidad que las niñas no se vean motivadas a seguir este tipo de juegos, antes de iniciarse en el deporte, ya que más allá de la distancia que las separa a la hora de elegir espontáneamente jugar a actividades con balón, éstas no reproducen los modos deseables para lo femenino: delicadeza, suavidad, pasividad, precisamente caracteres opuestos a los enumerados anteriormente.
Un dato estadístico en la disciplina básquetbol resume lo manifestado: mientras hay más de 250.000 jugadores federados en el territorio nacional (2do deporte más convocante del país) en el caso de los varones, ese número no llega al 10% en el caso de las mujeres (García, 2005). Grandes construcciones humanas, pequeños destinatarios humanos. Comienzo de una división… ¿infranqueable en algunas oportunidades?
MEDIDAS INTERNACIONALES PARA PROMOVER LA PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN EL DEPORTE
La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), en su ensayo del año 2005, “Género y Deporte”, trata la equidad de género en los proyectos deportivos. Haciendo una onda recapitulación de diversos temas referidos a esta cuestión, menciona dos hechos que derivaron en documentos registrados, los cuales propician la integración de género en la vida deportiva, de atletas de diferentes etnias, culturas, edades y niveles socio-económicos. A continuación el texto de ambos, a los fines de completar todo lo expuesto en el capitulo desde el punto de vista teórico, con la acción práctica de personas e instituciones que abogan por la participación deportiva libre de prejuicios en cuanto al género.
La Declaración de Brighton y la Llamada a la Acción de Windhoek
La Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer y el Deporte se celebró en 1994 en Brighton (GB). De ella resultó la Declaración de Brighton y la creación del Grupo de Trabajo Internacional sobre la Mujer y el Deporte. En 1995, se incluyó el deporte en el Programa de Acción de Beijing (párrafos 83, 107, 290) y luego en el documento de seguimiento “Beijing+5”, cinco años más tarde. La Segunda Conferencia Mundial sobre la Mujer y el Deporte tuvo lugar en 1998 en Windhoek, Namibia. La Llamada a la Acción de Windhoek va más allá de un simple llamamiento a una mayor participación de la mujer en las actividades y organizaciones deportivas: hace del deporte un medio para alcanzar objetivos más vastos en materia de salud, educación y derechos humanos – idea retomada por la Tercera Conferencia Mundial sobre la Mujer y el Deporte en 2002 en Montreal, Canadá. Esta óptica integra el deporte en proyectos de desarrollo comunitario, en campañas de información sobre la salud y otros temas, así como en campañas nacionales de promoción de la equidad de género y de los derechos humanos
Fuente: Extraído de Género y Deporte – COSUDE (2005), p. 7
METODOLOGÍA
ENFOQUE DE ESTUDIO: CUALITATIVO
El estudio de la motivación de logro en el básquet femenino implica definir, desde el mismo comienzo del camino, un determinado enfoque. El repaso y reflexión de los pasos a seguir en el curso de la investigación indican que el enfoque cualitativo puede resultar muy apropiado. Siguiendo los aportes de José Yuni y Claudio Urbano (2006), que bien resumen las ideas de otros autores consultados al respecto, se puede afirmar que hay campos nodales en este trabajo de investigación coincidentes en forma plena con lo postulado por los mencionados autores, a la hora de definir este enfoque de estudio. Concretamente, se observa que el posicionamiento frente al conocimiento de la realidad, los supuestos acerca de los procedimientos de análisis de la realidad y la lógica del uso del razonamiento inductivo ofrecen elementos conceptuales muy apropiados para con las características e intenciones de esta propuesta de investigación.
Cuando se aborda el posicionamiento frente al conocimiento de la realidad propio de la lógica cualitativa, la vinculación se encuentra en que los fenómenos estudiados se construyen a través de los diferentes momentos en el proceso de investigación, tanto a nivel de la motivación de logro observada con atletas de ambos géneros, como así también las causas de inicio, continuidad y deserción deportiva. De esta manera, queda asentado que existe una enumeración previa de supuestos rígidamente definidos. Este asunto tiene estrecha relación con los procedimientos de análisis de la realidad a descubrir, ya que ella “se conoce por una captación holística, ya que los fenómenos no son la suma de sus partes, sino totalidades que poseen su propia lógica de estructuración” (Yuni y Urbano, 2006). En este sentido es menester afirmar que la observación realizada es completamente funcional a los dichos de los citados autores, al definirla como “comprensiva, integradora y multideterminada de lo real, en tanto expresión de la complejidad e interdependencia de los fenómenos de diferente naturaleza”, los cuales generan atributos cualitativamente diferentes en cuanto a sus estructuras particulares.
Si bien el objetivo del estudio no es generar teorías concretas, sí se utiliza como lógica el uso del razonamiento inductivo, en la dirección de no intentar convenir generalizaciones universales a partir de los fenómenos vinculados, sino valerse de la observación como instrumento de conocimiento de la realidad seleccionada (nuevamente referidos a los niveles de motivación de logro en basquetbolistas adolescentes, y las causas de inicio, continuidad y deserción en la práctica activa de la disciplina). Las conclusiones, coherentes con uso de la inducción, no pretenden extenderse más allá de los límites de la propia muestra de este estudio, es decir, el conjunto de deportistas entrevistadas/os.
DISEÑO DE ESTUDIO: NO EXPERIMENTAL (EX POST-FACTO)
Acorde al plan trazado para la realización de este trabajo de investigación, se utiliza un diseño no experimental, el cual “se realiza sin manipular deliberadamente las variables independientes, y se basa en categorías, conceptos, variables, sucesos, comunidades o contextos que ya ocurrieron, o se dieron sin intervención directa del investigador” (Hernández Sampieri R., Fernández Collado C. y Baptista Lucio P., 2006). Esta clasificación de investigación también puede ser denominada “ex post-facto” en el sentido retrospectivo del término, al referirse, según los mencionados autores, a hecho y variables ya ocurridas. Finalmente se menciona el carácter “transeccional” del trabajo de investigación, siguiendo la fuente referida, puesto que las observaciones realizadas tuvieron lugar en un momento único del tiempo.
TIPO DE ESTUDIO: EXPLORATORIO
En función del alcance propuesto y de la naturaleza del fenómeno a abordar, el tipo de estudio se define como EXPLORATORIO. Fundamentar esta posición significa nombrar la especificidad del fenómeno a investigar y las definiciones de autores reconocidos. En este sentido, se puede subrayar que “los estudios exploratorios se efectúan, normalmente, cuando el objetivo es examinar un tema o problema de investigación poco estudiado, del cual se tienen muchas dudas, o no se ha abordado antes. Es decir, cuando la revisión de la literatura reveló que solo hay guías no investigadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de estudio, o bien si deseamos indagar sobre temas y áreas desde nuevas perspectivas o ampliar las existentes” (Hernández Sampieri R., Fernández Collado C. y Baptista Lucio, P., 2006).
Analizar este concepto implica asignar directa y coherente relación con el tema a abordar: motivación de logro en el básquet femenino, en el sentido de que algunos de los ejes mencionados justifican la elección: inexistencia de experiencia investigativa en el tema y recursos humanos mayoritariamente abocados al género masculino en la disciplina básquetbol.
La elección del tipo de estudio exploratorio se consolida al revisar la bibliografía existente con respecto al tema, y la ausencia de investigaciones referidas a este menester en particular (según las fuentes chequeadas).
Sintéticamente, la intención de este trabajo de investigación es entablar un diálogo con el conocimiento científico, en virtud de una temática poco abordada en estos términos, a los fines de explorar, dentro del enfoque cualitativo correspondiente, las características del material humano que hace a la esencia de la indagación metodológica, cuando se requiere ir al campo para construir el fenómeno.
A continuación, dada la especificidad de los conceptos, y la vinculación con este trabajo de investigación, se proponen aportes concretos de Yuni José y Urbano Claudio (2006).
Fuente: Extraído de Yuni y Urbano (2006), p. 15
DEFINICIÓN CONCEPTUAL DE LA VARIABLE MOTIVACIÓN DE LOGRO
De forma sucinta se procede a especificar los principales aspectos de la “motivación de logro” a los fines de describir la ruta metodológica a seguir, a partir de la conceptualización de la variable en estudio.
Se puede definir motivación de logro como “la orientación de la persona hacia el esfuerzo por tener éxito en una tarea determinada, la persistencia a pesar de los fracasos, y la sensación de orgullo por las ejecuciones realizadas” (Gill, 1986). En función de esta idea se desprenden tres ejes teóricos principales, los cuales nutren a la teoría de Motivación de Logro: necesidad de logro, estilos de atribución y metas de logro.
Es en esta dirección que tienen lugar las entrevistas a basquetbolistas de entre 15 y 18 años de edad de la ciudad de Córdoba, analizando el contenido latente de sus manifestaciones, y de esta manera poder extraer las variables emergentes en el estudio de dicho fenómeno. Éstas son objeto de recuento, vía sistema de categorización de material cualitativo denominado “dicotomías” (Lazarsfeld y Barton, 1951), y cómputo en función de criterio de “mayor frecuencia encontrada” (Festinger y Katz, 1979). De este modo queda asentado que las variables emergentes surgen un función del análisis de contenido realizado con posterioridad a la recopilación de datos. Su objetivo no es otro que hacer explícito lo implícito, dejando de lado la esfera interpretativa propia de indagaciones de corte psicoanalítico (más allá del alcance de este estudio), pero sí tomando la operacionalización de los conceptos vertidos por los entrevistados como herramienta metodológica en la indagación del fenómeno en estudio
MUESTRA: NO PROBABILÍSTICA (INTENCIONAL)
La muestra se constituye de la siguiente manera:
- Veinte (20) deportistas mujeres que practiquen regularmente básquetbol en una institución federada (club) entre 15 y 18 años de edad.
- Veinte (20) deportistas varones que practiquen regularmente básquetbol en una institución federada (club) entre 15 y 18 años de edad.
La muestra es no probabilística intencional, ya que es el tipo de muestreo más apropiado en función de las características del presente trabajo de investigación. Esta clasificación puede corresponder a trabajos cualitativos, en los cuales no todos los casos tienen la misma oportunidad de ser seleccionados, sino que es el investigador quien elije los que más le interesan, en función de conseguir una información más rica, teniendo en cuenta la ausencia de interés con respecto a la generalización de los resultados (Hernández Sampieri R., Fernández Collado C. y Baptista Lucio P., 2006).
Por otro lado, este tipo de muestra puede estar vinculado predominantemente con la elección de pocos casos, muy específicos en virtud del fenómeno a observar.
INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS:
Entrevistas en profundidad
Fichas personales
El eje temático en virtud del cual se utilizan los dos instrumentos de recolección de datos es el siguiente:
- Causas de inicio, continuidad y deserción de la práctica deportiva del básquetbol.
- Situaciones deportivas relacionadas con necesidades de logro, estilos atribucionales y metas de logro, postes fundamentales de la teoría de Motivación de Logro.
- Cuestiones pertinentes a las relaciones de género, en virtud de las situaciones deportivas vinculadas con la Motivación de Logro.
Los instrumentos de recolección de datos seleccionados son las entrevistas en profundidad (con cuestionario) y las fichas personales. Siguiendo pautas propias de diseños cualitativos, y tipos de estudio exploratorios, el repaso de variados instrumentos otorga como conclusión que, las entrevistas en profundidad con cuestionario vinculan un modo de extraer la mayor cantidad de información, siempre en función de los objetivos planteados, otorgando tanto a entrevistador como entrevistado, el equilibrio justo entre estructura y flexibilidad, para poder abarcar la totalidad de los temas contemplados. De este modo, en función de un “esqueleto” prediseñado, es posible brindar la libertad suficiente a cada uno de los integrantes de la muestra, para que puedan explayarse en los puntos más importantes, de acuerdo al relato individual. Las preguntas son abiertas, realizadas en un lenguaje coloquial, adaptando la terminología a la práctica cotidiana de los entrevistados en función del fenómeno a abordar.
Acorde a los conceptos vertidos por Yuni y Urbano (2006), se establece un formulario de preguntas, el cual es respondido en su totalidad por cada uno de los/as entrevistados/as. Este tipo de entrevista se corresponde con la necesidad de obtener información muy precisa acerca del fenómeno a investigar (motivación de logro en el práctica deportiva del básquetbol) y con el número requerido por la muestra de estudio (cuarenta personas). Cabe destacar que, de acuerdo a Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio (2006), el espacio de entrevista tiene en cuenta las diferencias individuales propias de cada sujeto, y la intención por parte del entrevistador de indagar profundamente en los aspectos salientes, siempre en función de la lógica metodológica propuesta por los objetivos del estudio.
Por su parte, las fichas personales otorgan información esquematizada de cada uno de los integrantes, tales como edad, años de práctica deportiva, institución en donde la realiza actualmente, estudios cursados, asistencia en la preparación física, alimenticia y psicológica, entre otros, a los fines de poder corroborar que las condiciones necesarias para poder integrar la muestra, sea satisfecha de manera plena, como así también la chance de poder conocer aspectos inherentes al perfil de la persona, en virtud de los fenómenos observados.
PROCEDIMIENTO
Al momento de efectuar la recolección de datos, se procede a la averiguación de instituciones deportivas en donde se practicara básquetbol, femenino y masculino, de manera habitual, y según las modalidades formales acordadas por cada club.
En virtud de ello se enumeran cuatro instituciones deportivas para realizar las entrevistas: Asociación Deportiva Atenas y Club Atlético Universitario (en el caso de las damas), Club Amigos Barrio Maipú e Hindú Club (en el caso de los caballeros).
Acorde a las características de la muestra de estudio enunciada anteriormente, se trabaja con 40 (cuarenta) deportistas activos en la disciplina básquetbol, entre 15 y 18 años de edad, divididos en 2 (dos) grupos diferentes, de acuerdo al sexo, de 20 (veinte) integrantes cada uno. Es pertinente destacar que las entrevistas se realizan luego de obtener el previo consentimiento explícitamente informado de las jugadoras y jugadores, como así también de las instituciones de donde se extrajo la muestra de estudio.
Se realiza la recopilación de datos, vía entrevistas individuales y confección de fichas personales.
A los fines de una descripción específica de cada uno de los grupos, se utiliza una medida de tendencia central, la media aritmética (M), y un índice estadístico de variabilidad, la desviación standard (s), según los aportes de Livio Graso (1985), los cuales se plasman a continuación:
Grupo 1 (mujeres)
N= 20 M = 17,1 s = 1,09
Grupo 2 (varones)
N = 20 M = 16,7 s = 1,14
TRATAMIENTO Y ANÁLISIS DE DATOS
Con posterioridad a la recopilación de datos, se procede a su tratamiento, utilizando, en virtud de la lógica metodológica y características del trabajo, análisis de contenido. Mediante el uso de esta herramienta, se clasifica en categorías emergentes las diferentes declaraciones proporcionadas en las entrevistas, siempre en función de los ejes temáticos previstos. De este modo, queda garantizado el principal propósito de este tipo de análisis, es decir, “la descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido manifiesto de la comunicación” (Cartwright, 1979). Es pertinente la cita textual del autor, ya que los alcances de este trabajo de investigación corresponden a la órbita de lo manifiesto, no alcanzando la esfera de lo latente.
Así, el análisis cualitativo categorial describe el espectro de respuestas a las cuales se hace mención en las entrevistas. Los ejes temáticos alrededor de los cuales se entabla cada una de las entrevistas se exponen en Anexo N°2: “Ejes temáticos de entrevistas en profundidad”. Cada eje describe las unidades de análisis consignadas en pos de la codificación, a los fines de poder ordenar unidades de significado, lo cual es factible (y pertinente) de acuerdo al plan de análisis cualitativo a esbozar (Hernández Sampieri R., Fernández Collado C. y Baptista Lucio P., 2006). Se recuerda que el término “codificación”, si bien es predominantemente utilizado en los diseños cuantitativos, su uso también es permitido en los diseños cualitativos, acorde a lo manifestado por Cartwright (1979). De esta manera, cada unidad de análisis brinda información concreta, a partir de la cual emergen diversas categorías de análisis, “cajones conceptuales”, parafraseando a Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio (2006). El análisis cuantitativo que se realiza a posteriori es una aproximación porcentual en la aparición de cada una de ellas.
Siguiendo los pasos propuestos en el análisis cualitativo por los autores mencionados recientemente, se procede en este punto del tratamiento, a encontrar temas o categorías más generales, de acuerdo a los ejes temáticos, los cuales gozan de directa relación con los objetivos propuestos. Estas categorías son las que se enumeran en cada una de las tablas descriptas en el capítulo “Conclusiones”.
Cabe destacar que a lo largo del análisis de contenido, se utiliza el sistema de categorización en la codificación del material cualitativo denominado “dicotomías” (Lazarsfeld y Barton, 1951), mediante el cual se analiza la presencia o ausencia de un cierto atributo, y se realiza la operación de cómputo según criterio de mayor frecuencia encontrada (Festinger y Katz, 1979), tabulando cada aparición de las categorías emergentes observadas.
La definición operacional de cada variable tiene que ver con los procedimientos que describen las actividades que el observador debe realizar para recibir las impresiones sensoriales (sonidos, impresiones visuales o táctiles, etc.), que indican la existencia de un concepto teórico en mayor o menor grado (Reynolds, 1971).
De este modo se explicita que en el capítulo “Resultados” se enumeran las respuestas ofrecidas en las entrevistas, correspondientes a las distintas categorías que constituyen las variables en consideración, a los fines de mostrar la ruta que se sigue en la constitución de cada una de las variables constitutivas de la Motivación de Logro.
Las mismas se explicitan a continuación:
- Motivos manifiestos de la elección de la práctica deportiva
- Situaciones percibidas como displacenteras en la situación concreta de la práctica deportiva
- Atribuciones del éxito deportivo individual
- Atribuciones del fracaso deportivo individual
- Situaciones a las que se atribuye el éxito deportivo del equipo
- Situaciones a las que se atribuye el fracaso deportivo del equipo
- Orientación deportiva según metas de logro
- Motivos por los cuales se iniciaron en la práctica deportiva
- Motivos por los cuales continuaron en la práctica deportiva
- Motivos por los cuales se deserta de la práctica deportiva
Es importante subrayar que la totalidad del análisis de contenido posee, además de la lógica metodológica propuesta para este tipo de abordaje cualitativo, un perfil etnometodológico, de intensa vinculación entre el investigador y la muestra de estudio.
La teoría etnometodológica ofrece el concepto de poner a los actos del ser humano en un primer plano, de acuerdo al contexto en que viven, definiendo a las personas como activos ejecutores y productores de la sociedad a la que pertenecen (Guber, 2001). Esta es la mirada desde la cual las entrevistas tienen lugar, como así también el análisis de la información obtenida, teniendo presente que el fenómeno de la motivación de logro en el básquetbol en general, y del femenino en particular, es una realidad que preexiste a la observación del investigador, con características propias vinculadas al lugar y al tiempo histórico en que se aborda, pero que dentro del contexto específico en el que sucede, la experiencia personal del observador como sujeto inmerso con anterioridad en esos cuerpos sociales, puede enriquecer sostenidamente la modalidad de análisis, conclusión y discusión.
Así, la relación de 22 años con el básquetbol como jugador y entrenador del autor de este trabajo de investigación, le ha posibilitado actuar activamente dentro de las instituciones deportivas, cosechando numerosas experiencias y lecturas acerca de las prácticas cotidianas de quienes conforman la realidad del básquetbol en nuestro medio.
Siguiendo esta idea, se puede citar a Bronislav Malinowsky (1922), experto en observación participante y análisis etnográfico, cuando propone que “sin duda, en este método práctico de observación y recopilación de imponderables de la vida real y del comportamiento, en el campo de trabajo la educación personal del observador interviene con mucho más peso que en la recolección de datos etnográficos cristalizados”. Sin ánimo de menoscabar la importancia de la recolección de datos, si entendemos la educación personal como la experiencia adquirida en la interacción con una actividad, contexto, tiempo y lugar determinados, podemos comprender la fuerza extra que impone conocer el fenómeno a investigar.
Finalmente, en virtud de las teorías revisadas, la información recopilada, y el propio conocimiento del fenómeno por la experiencia del investigador en este campo deportivo, se plasma una triangulación de datos, devenida de estos tres tipos de fuentes (Yuni y Urbano, 2006), para el análisis de contenido ofrecido en este trabajo de investigación: experiencia del autor, teorías, e información recopilada.
RESULTADOS
A continuación se exponen los resultados obtenidos en virtud de las variables constitutivas asociadas a la Motivación de Logro en el Básquet Femenino. El orden de presentación es el siguiente:
- Los referidos a Necesidades de Logro (tabla N°1 y N°2)
- Los referidos a Estilos de Atribución (tabla N°3 a N°6)
- Los referidos a Metas de Logro (tabla N°7)
- Los referidos a causas de inicio, continuidad y deserción deportiva en el básquetbol (tabla N°8 a N°10)
En cada una de las tablas se ofrece el valor observado correspondiente a la prueba de significación de Chi Cuadrado, el cual es comparado con su valor crítico, según “tabla de valores críticos”, teniendo en cuenta el grado de libertad de la matriz correspondiente, y un α = 0.05, pertinente a la característica de la hipótesis en estudio (“diferencia en los niveles de motivación de logro deportivo en relación a la diferencia de género en basquetbolistas adolescentes”). Cabe destacar que se aplica la Corrección por Continuidad o Corrección de Yates, de acuerdo al criterio estadístico en virtud de las frecuencias observadas.
Acorde al objetivo de la prueba (verificar si existe relación entre dos variables medidas en escalas nominales u ordinales), según los aportes de Livio Graso (1985), se verifica en cada caso la observación de diferencias estadísticamente significativas entre las variables intervinientes, siempre y cuando el valor observado sea superior al valor crítico, correspondiendo tal situación a la zona de rechazo de hipótesis nula (Ho). Caso contrario, si el valor obtenido es inferior al valor crítico, el resultado se sitúa en la zona de aceptación de Ho, no observándose de este modo diferencias estadísticamente significativas.
En cada una de las tablas se expone la denominación de la variable analizada (enumeradas en “tratamiento y análisis de datos”), medida en función de la variable “género”.
NECESIDADES DE LOGRO
Se presentan a continuación los resultados correspondientes a “motivos manifiestos de la elección de la práctica deportiva” y “situaciones percibidas como displacenteras en la situación concreta de la práctica deportiva”, dos variables constitutivas que se erigen como el núcleo de las necesidades de logro, uno de los tres postes conceptuales de la teoría de Motivación de Logro.
Estos resultados se exponen separados por grupos (mujeres y varones), a los fines de corroborar si existen diferencias significativas en la constitución de estas variables en relación al género.
Tabla N°1. Motivos manifiestos de la elección de la práctica deportiva en basquetbolistas de entre 15 y 18 años de los clubes: Universitario, Atenas, Hindu y Maipu año 2008 (según género)
N = 40
En el caso de la “motivos manifiestos de la elección de la práctica deportiva” (Tabla N°1), se observa cómo el género femenino prioriza el “compartir actividades grupales” (55%) versus la opción predominante en el caso de los varones, “competir” (40%). La primera categoría mencionada incluye respuestas como “momentos compartidos con compañeras de equipo”, “viajes”, “entablar relaciones sociales”, “tomar el deporte como una distracción a las obligaciones diarias”; mientras que a la segunda corresponden “ganar partidos”, “juegos definidos en el último minuto”, “progresar como jugador”, “la competencia en sí misma”. En la restante categoría, “desarrollar habilidades motrices”, se encuentran testimonios como “ser eficaz en los lanzamientos de tres puntos”, “mejorar mi dribbling en velocidad”, “ver cómo progreso físicamente a través del básquet”.
La comparación porcentual propuesta puede dar cuenta del concepto “asociado” que poseen las jugadoras en función de la cuestión deportiva: tomar la disciplina como un espacio de encuentro social y recreativo, a la vez que para los varones operan aspectos que convierten predominantemente al básquetbol como un espacio de competencia, evaluación y desarrollo en el plano personal, en este caso, desde una actividad deportiva.
La prueba de significación de Chi Cuadrado, luego de la corrección de Yates, arroja un valor observado (Χ2o = 4,82) inferior al valor crítico correspondiente (Χ2c = 5,99), encontrándose en zona de aceptación de Ho. Por lo tanto, las diferencias observadas no son estadísticamente significativas.
Tabla N°2. Situaciones percibidas como displacenteras en la situación concreta de la práctica deportiva en basquetbolistas de entre 15 y 18 años de los clubes: Universitario, Atenas, Hindu y Maipu año 2008 (según género)
N = 40
Lo manifestado para “motivos manifiestos de la elección de la práctica deportiva” encuentra coherencia con lo observado para la variable “situaciones percibidas como displacenteras en la situación concreta de la práctica deportiva” (Tabla N°2). En ella, pueden distinguirse dos aspectos sobresalientes: el 45% de las atletas femeninas rechazan situaciones de “fallas en la organización deportivo-competitiva”, cuyas respuestas son del tipo “mala organización en general”, “competencia desorganizada”, “el número reducido de clubes”, “relegación del básquet femenino con respecto al masculino”, “falencias en los dirigentes”, “horarios inadecuados de competencia”. Solamente el 5% de los varones mencionaron algo con respecto a este tema. Los factores causales de esta situación exceden a este trabajo de investigación, pero sí cabe mencionar la relación entre este estado de situación en la disciplina femenina, y alguna de las ideas vertidas en el capítulo “Relaciones de Género y Básquetbol”, concretamente las referidas al sistema de inequidades en las relaciones de género a las que nuestros cuerpos sociales todavía están habituadas (Morgade, 2000). El ámbito del básquetbol bien podría no ser la excepción.
El aspecto restante tiene que ver con la brecha encontrada para la categoría “problemas internos del equipo”. Dentro de esta categoría se hace mención, según los testimonios de las entrevistas, a los problemas internos que surgen en el equipo, cuyo impacto se produce en la merma de las actuaciones deportivas. De este modo, las respuestas correspondientes a esta categoría hacen referencia a “problemas con compañeros de equipo”, “pobre rendimiento personal”, “problema con el entrenador”, “egoísmo en el juego”, “equipo dividido en sub-grupos”. Si recordamos el carácter predominantemente recreativo en torno a las preferencias de las jugadoras, y el competitivo en el caso de los varones, no es casual que el 85% de las respuestas de ellos se correspondan con “problemas internos del equipo”, versus el 40% encontrado en las damas. La restante categoría, “altos niveles de presión percibida”, hace mención a apartados como “presiones de la tribuna” y “presiones de los padres”.
La prueba de significación de Chi Cuadrado, luego de la corrección de Yates, arroja un valor observado (Χ2o = 10,18) superior al valor crítico (Χ2c = 5,99) correspondiente, encontrándose en zona de rechazo de Ho. Por lo tanto, las diferencias observadas son estadísticamente significativas.
ESTILOS DE ATRIBUCIÓN
Aquí se consignan tanto las atribuciones en el nivel individual, como en el colectivo, ya que las respuestas brindadas por las las/os entrevistadas/os hacen referencia constantemente a la distinción entre estas dos dimensiones de sus vivencias, a la vez que mencionan las relaciones que tienen entre sí. El significado, tanto para las atribuciones individuales de éxito como para las de fracaso, tiene que ver con el nivel de performance personal, más allá del resultado deportivo de la competencia.
Tabla N°3: Atribuciones del éxito deportivo individual en basquetbolistas de entre 15 y 18 años de los clubes: Universitario, Atenas, Hindu y Maipu año 2008 (según género)
N = 40
De este modo, en “atribuciones del éxito deportivo individual” (Tabla N°3), se observa una correspondencia importante entre lo manifestado por el género femenino y el masculino, destacándose la categoría “habilidades cognitivas”: 25% en el caso de las jugadoras y 40% en el caso de los jugadores; como así también la categoría “preparación deportiva”: 25% para las chicas y 30% para los chicos.
La primera categoría mencionada incluye respuestas como “concentración”, “motivación”, “actitud”, “confianza”. Para la segunda categoría corresponden apartados como “los entrenamientos durante la semana”, “los roles propuestos por el entrenador”, “jugar como se planificó”. Cabe destacar que el “descanso” fue considerado una parte del “entrenamiento invisible” que se debe realizar a los fines de una buena actuación deportiva. En ese sentido, la preparación previa a los juegos, incluso la noche antes, tiene vinculación con este punto.
En “Otros” (15% y 20% de los casos observados para el género femenino y masculino respectivamente) están incluidos motivos como “el aliento de la gente” y el “nivel del rival”.
A “estado emocional” corresponden “el estado de ánimo” y “no traer problemas personales adentro de la cancha”, mientras que a “suerte” corresponden “la buena suerte en algunos juegos”.
La prueba de significación de Chi Cuadrado, luego de la corrección de Yates, arroja un valor observado (Χ2o = 4,484) inferior al valor crítico correspondiente (Χ2c = 9,4877), encontrándose en zona de aceptación de Ho. Por lo tanto, las diferencias observadas no son estadísticamente significativas.
Tabla N°4: Atribuciones del fracaso deportivo individual en basquetbolistas de entre 15 y 18 años de los clubes: Universitario, Atenas, Hindu y Maipu año 2008 (según género)
N = 40
En “atribuciones del fracaso deportivo individual” (Tabla N°4) se observa una correspondencia prácticamente total en función de las respuestas encontradas, siendo concordantes los aspectos principales atribuidos por ambos géneros a las categorías de la tabla anterior: “habilidades cognitivas” y “preparación deportiva”: 20% tanto para mujeres como para varones en la primera categoría; 35% en el grupo femenino y 30% en el masculino en la segunda categoría.
Así como en “otros” correspondía “apoyo” y “nivel de rival” para el éxito deportivo, aquí corresponde a esa categoría “presiones del entorno” y “nivel del rival”. En “suerte” se incluye “la mala suerte”
Ambos grupos consignan el mismo grado de relevancia al “estado emocional” (20% de los casos observados), referidos en las respuestas “estados de ánimo” y “presencia de problemas personales traídos al campo de juego”.
La prueba de significación de Chi Cuadrado, luego de la corrección de Yates, arroja un valor observado (Χ2o = 0,967) inferior al valor crítico correspondiente (Χ2c = 9,4877), encontrándose en zona de aceptación de Ho. Por lo tanto, las diferencias observadas no son estadísticamente significativas.
Tabla N°5: Situaciones a las que se atribuye el éxito deportivo del equipo en basquetbolistas de entre 15 y 18 años de los clubes: Universitario, Atenas, Hindu y Maipu año 2008 (según género)
N = 40
Pasando a la esfera de las “situaciones a las que se atribuye el éxito deportivo del equipo” (Tabla N°5), se observa que éstas se vinculan directamente a lo que ocurre con la dimensión individual. En este sentido, lo que se incrementa, tanto en un género como en el otro, es la preponderancia de la “preparación deportiva” como categoría principal: el 60% y el 65% observado en mujeres y varones respectivamente así lo manifiestan. Siendo el básquetbol un juego de conjunto, ambos grupos entienden que el éxito ya no depende de lo que cada uno haga dentro del campo de juego, sino del nivel de ejecución de las destrezas colectivas: “efectividad en ataque”, “defensa”, “juego en equipo”, “porcentaje de conversiones”, “jugar con inteligencia las pelotas clave”, son las respuestas que representan a esta categoría.
Cabe destacar que en “Otros” se consiga un bajo nivel de aparición de factores que como “apoyo del la gente”, “nivel del rival”, y “árbitro”.
Las respuestas de las restantes categorías expresadas son concordantes con lo manifestado en Tabla N°3.
La prueba de significación de Chi Cuadrado, luego de la corrección de Yates, arroja un valor observado (Χ2o = 2,595) inferior al valor crítico correspondiente (Χ2c = 7,814), encontrándose en zona de aceptación de Ho. Por lo tanto, las diferencias observadas no son estadísticamente significativas.
Tabla N°6: Situaciones a las que se atribuye el fracaso deportivo del equipo en basquetbolistas de entre 15 y 18 años de los clubes: Universitario, Atenas, Hindu y Maipu año 2008 (según género)
N = 40
Las observaciones efectuadas para el caso de “situaciones a las que se atribuye el fracaso deportivo del equipo” (Tabla N°6), repasan lo mencionado para el caso de éxito deportivo a nivel colectivo: gran preponderancia de “preparación deportiva” (70% y 55% para el género femenino y masculino respectivamente), idéntico nivel de aparición de “habilidades cognitivas” (20% en ambos grupos), y total coherencia con los factores mencionados en la categoría “otros”: “presiones del entorno”, “nivel del rival”, “árbitro”. Las respuestas de las categorías guardan idéntica relación con lo manifestado en Tabla N°4.
La prueba de significación de Chi Cuadrado, luego de la corrección de Yates, arroja un valor observado (Χ2o = 4,655) inferior al valor crítico correspondiente (Χ2c = 7,814), encontrándose en zona de aceptación de Ho. Por lo tanto, las diferencias observadas no son estadísticamente significativas.
METAS DE LOGRO
Los aportes referidos a las Metas de Logro nos indican predominantemente que los deportistas pueden tener dos orientaciones principales: hacia la tarea requerida, o hacia los resultados (individuales o colectivos).
Tabla N°7: Orientación deportiva según metas de logro en basquetbolistas de entre 15 y 18 años de los clubes: Universitario, Atenas, Hindu y Maipu año 2008 (según género)
N = 40
A través de la Tabla N°7 se explicitan los contenidos manifestados por las/os entrevistadas/os en relación a estas dos posibles orientaciones. Así, lo textualmente expresado en virtud del lenguaje coloquial propio de este ámbito y de los fenómenos observados, toma la forma de “aprender y consolidar habilidades”, en clara alusión a la orientación “hacia la tarea”, y “ganar partidos”, parámetro referencial de la orientación “hacia el resultado”. Se recuerda que altos niveles de motivación de logro, según lo expuesto en el capitulo correspondiente, corresponden a deportistas cuya orientación preponderante es con respecto a la tarea.
Los datos obtenidos indican que ambos géneros poseen una marcada orientación a la tarea principalmente (75% en el caso femenino, 70% en el masculino). La diferencia radica en el carácter mixto de orientación que manifestaron las mujeres con respecto a los varones: el 20% de la muestra femenina asevera otorgar igual importancia al aprendizaje y consolidación de habilidades que al intento por conseguir resultados deportivos exitosos, mientras que solamente el 5% de los varones expresan lo mismo.
De este modo, un 25% del género masculino encuestado se orienta principalmente hacia la consecución de victorias en la competencia. Un único caso con esta respuesta fue observado en el grupo femenino.
Con respecto a las orientaciones analizadas, en virtud de los conceptos de Metas de Logro, la prueba de significación de Chi Cuadrado, luego de la corrección de Yates, arroja un valor observado (Χ2o = 4,901) inferior al valor crítico correspondiente (Χ2c = 5,991), encontrándose en zona de aceptación de Ho. Por lo tanto, las diferencias observadas no son estadísticamente significativas.
CAUSAS DE INICIO, CONTINUIDAD Y DESERCIÓN EN LA PRÁCTICA DEPORTIVA DEL BÁSQUETBOL
Las razones por las cuales el análisis de contenido propuesto alcanza a estos apartados tiene que ver con la vinculación que hace Weinberg y Gould (1996), entre los tres aspectos nodales de la Teoría de Motivación de Logro (Necesidades de Logro, Estilos de Atribución y Metas de Logro) y los motivos por los cuales un/a deportista pueda iniciarse en la práctica deportiva, continuar, y eventualmente alejarse. Los factores situacionales propuestos en necesidades de logro, las maneras de explicación de éxitos y fracasos enunciadas en estilos de atribución, y las orientaciones consignadas en metas de logro, poseen estrecha relación con estos tres momentos en la experiencia deportiva de un/a atleta.
Tabla N°8: Motivos por los cuales se iniciaron en la práctica deportiva basquetbolistas de entre 15 y 18 años de los clubes: Universitario, Atenas, Hindu y Maipu año 2008 (según género)
N = 40
Explicitar lo descripto en la Tabla N°8, acerca de la “motivos por los cuales se iniciaron en la práctica deportiva”, implica subrayar una consideración que, a priori, la desigual difusión y oferta del básquetbol femenino en nuestro medio nos impediría observar: el 55% del género femenino entrevistado afirma iniciarse en el básquetbol por “iniciativa propia”. De esta manera, los apartados correspondientes son “ver a mi hermano o hermana jugar”, “acompañar a una amiga a los entrenamientos”; mientras tanto, solamente el 30% del grupo masculino asume las mismas causas. La totalidad de los casos restantes corresponde a comenzar la práctica de la actividad por sugerencias provenientes de los padres, amigos, u otros (incluyendo a tíos, abuelos y docentes). En ese sentido, las proferidas por los padres ocupan un lugar de trascendencia en el caso de los varones, ya que el 45% de la muestra se inclinó por este motivo.
La prueba de significación de Chi Cuadrado, luego de la corrección de Yates, arroja un valor observado (Χ2o = 3,943) inferior al valor crítico correspondiente (Χ2c = 7,814), encontrándose en zona de aceptación de Ho. Por lo tanto, las diferencias observadas no son estadísticamente significativas.
Tabla N°9: Motivos por los cuales continuaron en la práctica deportiva al menos 5 años basquebolistas de entre 15 y 18 años de los clubes: Universitario, Atenas, Hindu y Maipu año 2008 (según género)
N = 40
Con respecto a los “motivos por los cuales continuaron en la práctica deportiva” (Tabla N°9), se observa nuevamente concordancias en cuanto al significado que adopta el básquetbol para los integrantes de la muestra, en función del género. La categoría más significativa la constituye “por las situaciones sociales derivadas del juego del básquetbol”, en donde el 65% de las entrevistadas se encuadran a la hora de definir motivos primordiales de continuidad en el deporte elegido, versus el 35% de los varones. Se recuerda el carácter recreativo y social que ya se observó en al apartado correspondiente a necesidades de logro y metas de logro. Esta categoría hace referencia a “disfrutar los viajes”, “momentos antes y después de los entrenamientos y partidos”, y “el vínculo de amistad establecido con compañeras de equipo”.
Continuando con esta línea de coherencia en los contenidos analizados, precisamente la diferencia porcentual que hay entre los dos géneros explicando lo extradeportivo (30%), es la existente en cuento a la categoría “por el placer de jugar al básquet”, encabezada por el género masculino con un 50%, versus un 20% observado en el femenino. Aquí los aspectos incluidos hacen mención a “sentir el progreso como deportista”, “la forma de disputa de la competencia”, “el compromiso que genera los entrenamientos”, “la necesidad de alcanzar objetivos personales”.
Del mismo modo llama la atención la aparición de la categoría “para ser deportista profesional”, solamente mencionada por el género masculino en un 15% de los casos. Este concepto tiene directa relación con el significado formal y competitivo del básquetbol para los varones de este estudio. Incluye las respuestas de tipo “llegar a vivir del básquet”, “llegar a jugar la Liga Nacional de Básquetbol”.
Finalmente, en la categoría “otros”, únicamente el género femenino expresa “no defraudar expectativas familiares”, “aburrimiento en el tiempo extraescolar”, y “la historia familiar de un familiar”.
Los diversos valores hallados en los casos incluidos denotan que la prueba de significación de Chi Cuadrado, luego de la corrección de Yates, arroje un valor observado (Χ2o = 8,756) superior al valor crítico (Χ2c = 7,814) correspondiente, encontrándose en zona de rechazo de Ho. Por lo tanto, las diferencias observadas son estadísticamente significativas.
Tabla N°10: Motivos por los cuales se deserta de la práctica deportiva del básquetbol según creen los basquebolistas de entre 15 y 18 años de los clubes: Universitario, Atenas, Hindu y Maipu año 2008 (según género)
N = 40
Nuestro último cruzamiento de variables tiene a los “motivos por los cuales se deserta de la práctica deportiva” como eje. Se deja asentado que el total de los integrantes de la muestra eran deportistas activos en el momento de las entrevistas, por lo tanto, las preguntas referidas a este tema se realizaron en función del conocimiento (o no) de compañeros o allegados que hubieran dejado de jugar al básquet. La totalidad de los casos, en ambos géneros, responden afirmativamente. A posteriori, se indaga acerca de los motivos que propician este abandono.
Ambos géneros otorgan importancia a la figura del entrenador, ya que los “entrenamientos tediosos” aparecen como la categoría más observada (25% y 30%, para mujeres y varones respectivamente). Puede ser clara la referencia al inadecuado estilo de entrenamientos que proponen las personas encargadas de planificarlos y ejecutarlos. Independientemente de los objetivos delimitados por los entrenadores, existe un porcentaje considerable de los encuestados que tiene constancia de jugadores que concluyeron su participación activa en esta disciplina debido a un estilo de oferta deportiva insatisfactorio. Aquí la categoría incluye respuestas del tipo “entrenamientos aburridos”, “entrenamientos monótonos”, “entrenamientos improvisados”.
Los “conflictos con el entorno deportivo” también es una factor de trascendencia (20% género femenino, 25% género masculino). Los apartados correspondientes son “problemas con el entrenador” y “problemas con compañeras/os de equipo”.
Los “motivos laborales/académicos” (30% en el género femenino y 20% en el masculino), constituyen una categoría que deja sentada la falta de tiempo para continuar con la práctica del básquetbol, cuando la necesidad económica implica conseguir un trabajo, o cuando el rendimiento académico es pobre. Las respuestas asociadas son “porque le va mal en el colegio”, “porque tuvo que conseguir un trabajo”.
La restante categoría específica tiene que ver con la “necesidad de contar con más tiempo libre”, lo cual hace referencia a “las salidas nocturnas” como causa que motiva al abandono de la actividad, vinculando las mismas con el deseo de disponer de mayor cantidad de tiempo libre, pero también con el disgusto por los horarios de competencia, cuando éstos son en días de fin de semana. Estos fundamentos abarcaron al 15% de la muestra femenina que se inclinó por esta respuesta, y al 25% de los varones que optaron por los mismos tipos de explicación.
Finalmente en “otros” se consignan respuestas como “por lesiones”. “por elección de otras actividades”, “por embarazo”.
La prueba de significación de Chi Cuadrado, luego de la corrección de Yates, arroja un valor observado (Χ2o = 4,027) inferior al valor crítico correspondiente (Χ2c = 9,4877), encontrándose en zona de aceptación de Ho. Por lo tanto, las diferencias observadas no son estadísticamente significativas.
CONCLUSIONES
Elaborar las conclusiones y la discusión, aquí donde precisamente este trabajo de investigación concluye, implica tener sólidamente presentes aquellos aspectos en donde comenzó. Honrar la existencia de la hipótesis inicial, el objetivo general, y los objetivos específicos, provocan en la exposición de los apartados a tratar a continuación, justamente sus razones de ser.
A través del proceso de elaboración, el estudio de la Motivación de Logro Deportivo en el Básquet Femenino. Un enfoque regional, brinda elementos permanentes de acción y reflexión, de acción y corrección, de acción y revisión, de acción y convicción. Por ello, no es casual que la mirada inicial del fenómeno no sea totalmente concordante con la mirada final. Desde luego, el intentar dialogar con el conocimiento científico implica reflexionar acerca de los conceptos y métodos para abordar la investigación. Algunos permanecieron intactos, otros se modificaron.
Más interesante aún es recapitular los modos en que puntualmente campos centrales de este estudio se vincularon con la variable principal (motivación de logro) en un principio, y las maneras en que se considera pertinente exponerlos en este momento presente. Por ejemplo, las ideas referidas a las relaciones de género, desde los autores mencionados en el capítulo correspondiente.
Siempre en función de la lógica metodológica requerida, cuyo énfasis emerge en la especificidad de las categorías y variables a medir, es que las ideas vinculadas al ámbito de las construcciones sociales acerca de los roles que mujeres y varones ocupan en un contexto determinado (Morgade, 2000), y sus conceptos relacionados, puedan haber tenido el lugar de complementos necesarios, tanto en la recolección, tratamiento y análisis de datos, como en la exposición de resultados, y que en esta porción del trabajo de investigación, trascendente si las hay, puedan suscribir (en diversas cuantías), cada una de las conclusiones y temáticas a discutir. De ninguna manera sesgando premeditadamente el lugar desde el que se observa apartado por apartado, pero sí aportando a las significaciones de ellos.
Establecer conclusiones con respecto a la hipótesis inicial, “diferencia en los niveles de motivación de logro deportivo en relación a la diferencia de género en basquetbolistas adolescentes”, y al objetivo general, “determinar si existe diferencia de género en lo referente a la motivación de logro deportivo, en la disciplina deportiva del básquetbol”, es dar cuenta de lo acontecido con cada uno de los objetivos específicos.
Así, el primero de ellos se presenta de la siguiente manera: “examinar cuáles son las variables constitutivas en relación al logro deportivo en el básquet femenino”.
El repaso de la Teoría de Motivación de Logro de Atkinson (1957) y McClelland (1961), analizada por Gill (1986) sugiere que las dimensiones contenidas son varias: búsqueda del orgullo, evitación de la vergüenza, explicación del éxito y fracaso. Por consiguiente, atender los aportes de Weinberg y Gould (1996) es complementar las ideas de los autores mencionados, en el sentido de definir la existencia de tres campos diferentes (pero complementarios entre sí) para el abordaje de esta teoría: Necesidad de Logro, Estilos de Atribución y Metas de Logro.
A continuación se detalla el resumen de conclusiones, cuya descripción pormenorizada se explicita para cada uno de los ítems a lo largo del capítulo.
Se destaca que, según la prueba de significación del Chi Cuadrado, las variables “situaciones percibidas como displacenteras en la situación concreta de la práctica deportiva” y “motivos por los cuales continuaron en la práctica deportival”, presentan diferencias estadísticamente significativas, no sucediendo lo mismo para las restantes variables constitutivas de la motivación de logro deportivo en basquetbolistas adolescentes, según género.
Así, la síntesis de lo sucedido con cada variable constitutiva es el siguiente (siguiendo el orden de exposición):
- Diferencia de género estadísticamente no significativa en los motivos manifiestos de la elección de la práctica deportiva.
- Diferencia de género estadísticamente significativa en las situaciones percibidas como displacenteras en la situación concreta de la práctica deportiva.
- Diferencia de género estadísticamente no significativa para las atribuciones del éxito deportivo individual.
- Diferencia de género estadísticamente no significativa para las atribuciones del fracaso deportivo individual.
- Diferencia de género estadísticamente no significativa para las situaciones a las que se atribuye el éxito deportivo del equipo.
- Diferencia de género estadísticamente no significativa para las situaciones a las que se atribuye el fracaso deportivo del equipo.
- Diferencia de género estadísticamente no significativa para la orientación deportiva según metas de logro.
- Diferencia de género estadísticamente no significativa para los motivos por los cuales se iniciaron en la práctica deportiva.
- Diferencia de género estadísticamente significativa para los motivos por los cuales continuaron en la práctica deportiva.
- Diferencia de género estadísticamente no significativa para los motivos por los cuales se deserta de la práctica deportiva.
De este modo, se explicitan las conclusiones pertinentes a las variables constitutivas para cada uno de estos ámbitos:
CONCLUSIONES CON RESPECTO A NECESIDADES DE LOGRO
Las conclusiones en este apartado se refieren a los motivos manifiestos de la elección de la práctica deportiva y a las situaciones percibidas como displacenteras en la situación concreta de la práctica deportiva que tienen los integrantes de la muestra, en ambos géneros, a los fines de cotejar la diferencia de género en los niveles de motivación de logro; en este caso, a las necesidades de logro específicamente.
Se observa a partir de las variables emergentes con posterioridad al análisis de contenido, según sistema de categorización en la codificación del material cualitativo denominado “dicotomías” (Lazarsfeld y Barton, 1951), y cómputo según criterio de mayor frecuencia encontrada (Festinger y Katz, 1979), lo siguiente:
Diferencia de género estadísticamente no significativa en los motivos manifiestos de la elección de la práctica deportiva.
El género femenino otorga predominantemente la idea ligada al básquetbol como un espacio de encuentro recreativo y social, fundamentado en el número de casos observados cuya preferencia gira en torno al “placer por jugar y compartir actividades grupales” (55% versus el 25% de los casos masculinos). Por su parte, los varones imprimen predominantemente un significado ligado al básquetbol como espacio de competencia, evaluación y desarrollo, manifestándose en el 40% de los casos proclives a preferencias del tipo “ganar y competir” (versus solamente el 15% de los casos femeninos).
Definir en una frase, bañada del lenguaje coloquial de las expresiones escuchadas a lo largo de las entrevistas, implicaría manifestar la síntesis femenina en un comentario como “yo quiero jugar, divertirme, pasarla bien, distraerme un rato de las cosas del día”, mientras que la propia para el género masculino rondaría en “querer progresar como jugador y crecer a través de la competencia”.
Lo mencionado puede vincularse directamente con la situaciones displacentera más observada en el caso del género masculino, a saber “problemas internos del equipo” (85% versus el 40% de los casos femeninos). El desarrollo y la evaluación a través de la competencia formal no van de la mano de los conflictos, tanto con compañeros como con entrenadores. En este sentido, el género femenino se expresa con mucha mayor moderación, apuntando más sus quejas hacia los estilos de entrenamientos apáticos, carentes de atracción.
Las relaciones de género y la necesidad de logro pueden relacionarse a través de los motivos manifiestos de la elección de la práctica deportiva observados, en el sentido de mencionar que la construcción social asigna roles y valores diferenciados a mujeres y varones (Morgade, 2000). No se puede aseverar que esta clara distinción en el significado que la práctica de la misma disciplina deportiva tiene para ambos géneros esté determinada por este concepto, pero sí llama la atención la coincidencia que de una manera considerable tienen estos roles y valores “asignados”, con el modo predominante de considerar el deporte, tanto por un género como por el otro. El básquetbol como algo “moderado”, orientado primordialmente al “placer”, como algo más “pasivo”, que el significado que adopta para los hombres: ligado al “poder” y la “fuerza”, justamente los ideales del atleta griego (Grippo y Gutierrez, 2005).
Diferencia de género estadísticamente significativa en las situaciones percibidas como displacenteras en la situación concreta de la práctica deportiva.
Esta distinción hace mención a las principales situaciones percibidas como displacenteras que consignó el género femenino, y que tiene especial relevancia, desde el punto de vista del investigador, en virtud de su experiencia dentro del campo en estudio.
El 45% de los casos observados en el género citado destacan la carencia de estructuras de competencia, de dirigentes deportivos, de instituciones que rijan las reglamentaciones correspondientes, de cantidad de clubes que ofrezcan la disciplina, de disponibilidad de horarios y materiales didácticos para entrenar. Solamente un caso observado en el género masculino hizo referencia “a las cuestiones administrativas del básquet”, como mención en torno a la desorganización.
La importancia de este apartado radica en la vinculación que poseen las manifestaciones de las mujeres acerca de estas situaciones, y los comentarios escuchados de manera directa, en numerosas oportunidades, a lo largo de años, por el investigador, al estar inserto en la vida cotidiana de variadas instituciones deportivas, como jugador y entrenador. Algunas de ellas son: “las mujeres no están para jugar seriamente a esto…”, “y bueno, dale una pelota y que se entretengan un rato, total a esa hora no hay nadie entrenando en la cancha…”, “todos sabemos que el femenino es una cosa de relleno…”, “los horarios del femenino son los horarios que sobran...”, “y bueno, en el femenino se juega partido cuando se puede…”
Algunas de estas frases ya fueron explicitadas en el capítulo correspondiente al desarrollo del concepto de performatividad, y es pertinente recordar, solo a manera de síntesis, “al habla como creadora de la situación que nombra, sobre todo, a medida que se repite y se sedimenta en la cabeza de la gente” (Butler, 1997). Nuevamente, cabe destacar la imposibilidad de determinar a través de un concepto puntual los determinantes de una situación compleja. No obstante, pueden existir implicancias en el lugar efectivo y real que se le da al básquet femenino en diferentes clubes, a partir de las prácticas lingüísticas que se repiten una y otra vez, conformando conceptos concretos alrededor de esta disciplina deportiva.
CONCLUSIONES CON RESPECTO A ESTILOS DE ATRIBUCIÓN
Las conclusiones en este apartado se refieren a las atribuciones del éxito y fracaso deportivo individual, y del equipo, que tienen los integrantes de la muestra, en ambos géneros, a los fines de cotejar la diferencia de género en los niveles de motivación de logro; en este caso a los estilos de atribución específicamente.
Lo mencionado quiere decir observar las maneras en que los deportistas explican sus éxitos y sus fracasos (Weinberg y Gould, 1996), ante lo cual, tratándose del básquetbol, un juego – deporte de conjunto, se considera oportuno explicitar conclusiones específicas, tanto para lo individual como para lo colectivo, ya que a través de las entrevistas, las/os entrevistas/os, realizan menciones propias a las dos dimensiones, separando en algunas oportunidades, y complementando en otras, las atribuciones específicas de cada ámbito de injerencia.
De este modo, se observa a partir de las variables emergentes con posterioridad al análisis de contenido, según sistema de categorización en la codificación del material cualitativo denominado “dicotomías” (Lazarsfeld y Barton, 1951), y cómputo según criterio de mayor frecuencia encontrada (Festinger y Katz, 1979), lo siguiente:
Diferencia de género estadísticamente no significativa para las atribuciones del éxito y fracaso deportivo individual
Teniendo en cuenta los aportes de Weiner (1986), se agrupan los posibles estilos de atribución en tres órbitas: estabilidad (estable o inestable), causalidad (factor interno o externo), y control (bajo control o fuera de control).
De este modo, se describen tres categorías centrales en la observación de casos: “habilidades cognitivas”, “estado emocional”, y “preparación deportiva”. Todos gozan de la característica de ser internos al deportista, pero no todos poseen el rasgo de ser estables y bajo control del atleta (lo cual se correspondería con el estilo propio de los niveles altos de motivación de logro), ya que esto depende del nivel de entrenamiento y manejo en cada uno de los conceptos asociados a las categorías mencionadas. Por ejemplo, dentro de “habilidades cognitivas”, aparecen apartados como “concentración”, “motivación”, “confianza”, entre otros. En “estado emocional”, las referencias a los “estados de ánimo” dan cuenta de la importancia en la auto-regulación de las emociones.
En este sentido, la bibliografía proveniente del área aplicada de la Psicología de la Actividad Física y los Deportes, nos provee de numerosos aportes en donde, entre otros procedimientos, el “entrenamiento mental” es una herramienta que se ofrece al deportista para el manejo, control y optimización de cada una de estas habilidades (Vasalo, 2005). Ningún caso observado según la información provista en el instrumento “fichas personales” corrobora la existencia de asesoramiento psicológico – deportivo en entrenamiento mental.
Sin embargo, lo que se observa es la presencia de testimonios haciendo referencia a “mayor confianza si juego bien los primeros minutos”, “más ganas de jugar si el entrenador no me saca de la cancha al primer error”, etc., lo cual implica clasificar según el estado de situación actual a las categorías mencionadas como inestables y fuera de control del deportista.
“Preparación deportiva”, según los casos observados, sí corresponde a un estilo interno, estable, bajo control del deportista.
Las restantes categorías vinculadas, “suerte” y “otros” (ésta última incluye apoyo o presiones del entorno y nivel del rival), corresponden netamente, según los aportes de las fuentes citadas, a un estilo externo, inestable y fuera de control del deportista (correspondientes a bajos niveles de motivación de logro)
Finalmente cabe destacar que los estilos de atribución individual observados en ambos géneros podrían ser mayoritariamente los correspondientes a altos niveles de motivación de logro (estables, internos y bajo control del deportista), si hubiera un proceso sostenido de asesoramiento y entrenamiento mental en las categorías precisamente mencionadas por los deportistas como primordiales para la predicción de su conducta deportiva, a cargo de profesionales especialistas en la materia.
Diferencia de género estadísticamente no significativa para las situaciones a las que se atribuye el éxito y fracaso deportivo del equipo
Las categorías observadas en la esfera colectiva se vinculan directamente con las observadas en el plano individual, por lo que corresponde idéntica exposición de conclusiones al efectuado con las atribuciones individuales. La variación porcentual de los casos observados en las atribuciones colectivas no invalidan las conclusiones propuestas, al no estar dictaminadas en función de la frecuencia observada, sino en virtud de la manera en que se ponen de manifiesto, en ese contexto y en ese momento histórico.
CONCLUSIONES CON RESPECTO A METAS DE LOGRO
Las conclusiones en este apartado se refieren a las orientaciones deportivas según metas de logro: éstas pueden estar direccionadas hacia la tarea deportiva, o hacia el resultado deportivo. La finalidad es cotejar la diferencia de género en torno a los niveles de motivación de logro, en este caso, específicamente vinculada con las metas de logro.
Un deportista, a partir del direccionamiento que le da a su conducta, se plantea logros a partir de la práctica de una disciplina. La Teoría de las Metas de Logro analiza tres elementos fundamentales a los fines de explicar los destinos de esos esfuerzos: las metas de logro propiamente dichas, la capacidad percibida del deportista y las conductas de logro (Duda, 1993; Maher y Nicholls, 1980; Nicholls, 1984; Roberts, 1993). Fruto de estos aportes se busca determinar si los comportamientos deportivos de los atletas están orientados a la tarea, o al resultado. Cabe destacar que se entiende por comportamiento deportivo al gesto técnico o táctico, más la carga anímica correspondiente (Vasalo, 2005).
De este modo, se observa a partir de las variables emergentes con posterioridad al análisis de contenido, según sistema de categorización en la codificación del material cualitativo denominado “dicotomías” (Lazarsfeld y Barton, 1951), y cómputo según criterio de mayor frecuencia encontrada (Festinger y Katz, 1979), lo siguiente:
Diferencia de género estadísticamente no significativa para la orientación deportiva según metas de logro
La exigua diferencia existente en virtud de la observación de casos con respecto a la orientación a la tarea deportiva (75% en el género femenino, 70% en el masculino) tiene, según el testimonio de las/os entrevistadas/os el fundamento de que se prioriza aprender nuevas habilidades y consolidar las ya obtenidas, que el mero intento por ganar partidos. También se puede nombrar otra razón que convalide esta tendencia predominante en ambos géneros: la fase de motivación integrada por la que transcurren las/os deportistas según los aportes de Veroff (1969) y Scanlan (1988), adaptados por Vasalo (2005), en donde a partir de los 13 a 14 años aproximadamente se prioriza la adquisición y perfeccionamiento de habilidades deportivas.
No obstante, puede realizarse otro aporte, a partir de las observaciones en campo tomadas en diferentes momentos, a partir de la experiencia del investigador dentro de clubes de básquetbol (incluidas situaciones deportivas observadas en el momento de la recolección de datos): en los clubes en donde se practica básquetbol masculino y femenino, los lugares de entrenamiento son los mismos, y los horarios de entrenamiento muchas veces están directamente relacionados. Por ende, las deportistas ven cómo practican los deportistas, y viceversa. Es más, en varias ocasiones, antes o luego de los horarios de entrenamientos, comparten el campo de juego, organizando contiendas informales que pueden incluir los 10 integrantes necesarios para un partido, o menos cantidad de participantes. En estos “juegos” pueden estar mezclados varones y mujeres en un mismo equipo, o jugar varones contra mujeres.
Lo que sucede es notorio, en un gran número de oportunidades, a los ojos del observador, aún no siendo especialista en el tema: mientras las mujeres intentan con gran ahínco jugar “de igual a igual” para demostrar su capacidad para estar a la altura de las circunstancias (a sabiendas de las condiciones físicas desiguales), los varones “regulan” su nivel de compromiso con la actividad, muchas veces hasta “sobrando” la situación. Esto provoca, como es lógico, disgusto en las chicas.
La vinculación de lo comentado con las orientaciones hacia la tarea, tanto en un género como en otro, tiene que ver con los factores mencionados anteriormente, pero también con la disposición del género femenino a aprender, consolidar y optimizar habilidades en pos de lograr posiciones de equidad con respecto al género masculino, en este caso dentro de una actividad deportiva. No se puede afirmar que esta sea la única causa, pero los comentarios en reiteradas ocasiones escuchados por el investigador constituyen un indicador de la posible pertinencia de esta aseveración.
No es objeto de este estudio extrapolar este concepto a otros ámbitos del quehacer social, pero lo mencionado tiene soporte en el pensamiento de Morgade (2000) al describir los esfuerzos del género femenino por establecer posiciones de equidad en los entornos sociales a lo largo del tiempo histórico.
Si bien el conteo de casos en virtud de estas orientaciones no es predominante (ni estadísticamente significativo según la prueba de Chi Cuadrado), las diferencias observadas en lo referido a las orientaciones hacia el resultado deportivo (5% en el género femenino versus 25% en el masculino) y en orientaciones mixtas, en donde se otorga el mismo nivel de importancia tanto a la tarea como al resultado (20% en deportistas mujeres versus 5% en deportistas varones) tienen relevancia a través de las respuestas encontradas por medio de la indagación profunda en las entrevistas.
Los testimonios acerca de por qué jugar para “ganar”, para “aprender” o para “las dos cosas por igual”, ratifican los significados del básquetbol – espacio de encuentro social y recreativo para el género femenino; espacio de competencia, evaluación y desarrollo para el género masculino - a partir de cuestiones tales como la difusión que tiene el básquetbol en nuestro país, las condiciones en la oferta deportiva tanto para la esfera femenina como masculina, y las posibilidades reales de tener una carrera deportiva profesional.
Las opiniones del género femenino fueron encaminadas hacia la escasa difusión del básquetbol femenino; las precarias condiciones para la práctica del mismo, desde la escasa cantidad de clubes, hasta las desiguales disponibilidades de infraestructura y elementos didácticos con respecto a los varones, expresadas en exiguos horarios de entrenamiento, carencia de balones y otros materiales necesarios para la ejercitación habitual, e inadecuados horarios de competencia. También se denota la imposibilidad de poder desarrollarse como deportistas profesionales, ya que no existe en nuestro país una estructura competitiva sostenida que permita a las basquetbolistas de elite tener una retribución económica acorde a un nivel de dedicación full time.
En el caso del género masculino, el panorama ofrecido por sus comentarios relativos a estas cuestiones es diametralmente opuesto: la difusión del básquetbol masculino en nuestro país es importante (la posibilidad de observar partidos por la televisión todas las semanas, según sus testimonios así lo verifican), las condiciones de entrenamiento y competencia son acordes a sus necesidades, y la posibilidad de que la práctica del básquetbol sea su fuente de ingresos en un futuro existe, siendo el principal escollo, la cantidad de jugadores que pretenden lo mismo, para reducidas plazas de trabajo en los clubes que compiten a nivel profesional.
Nuevamente queda abierta la pregunta acerca de los factores determinantes de estas cuestiones, ajenas al presente trabajo de investigación, y fundamentalmente verificar o refutar si estos motivos tienen relación con los conceptos pertenecientes a las relaciones de género, tratados en el capítulo correspondiente.
CONCLUSIONES CON RESPECTO A CAUSAS DE INICIO
El segundo objetivo específico de este trabajo de investigación tiene que ver con “analizar las razones que llevan al inicio de la práctica de esta disciplina deportiva, en el caso del género femenino”, y a partir de esta meta se concluye lo siguiente, en función de la observación a partir de las variables emergentes con posterioridad al análisis de contenido, según sistema de categorización en la codificación del material cualitativo denominado “dicotomías” (Lazarsfeld y Barton, 1951), y cómputo según criterio de mayor frecuencia encontrada (Festinger y Katz, 1979):
Diferencia de género estadísticamente no significativa para los motivos por los cuales se iniciaron en la práctica deportiva
Las respuestas arrojan que primordialmente las mujeres observan el fenómeno del básquetbol a través de otros protagonistas, como hermanos y/o amigos, y luego comienzan por iniciativa propia (55% de los casos observados versus 30% en el caso del género masculino); mientras que los varones son “inducidos” directamente a través de la sugerencia familiar (principalmente de los padres), amigos y/o docentes, a iniciarse como deportistas en el básquetbol (70% entre las tres categorías incluidas, versus 45% de los casos observados en el género femenino).
En este sentido, para las chicas es un envión interesante a la hora de comenzar la práctica del básquetbol el hecho de que haya en la familia antecedentes de deportistas, especialmente sus madres. La experiencia del autor de haber estado en el corazón de los clubes durante muchos años, le expresa que, predominantemente, el padre, la madre, o ambos, son los motores directos de que la niña o el niño concurran a la institución a practicar deporte. En ese sentido, en la mayoría de las oportunidades los progenitores ven en el deporte una actividad de formación integral, no solo en el plano atlético, sino humano también, primando la capacidad de socialización que desarrollará la criatura.
No obstante, la diferencia existente entre las “sugerencias de padres” para mujeres (20%) y varones (45%) sugiere que el género femenino es menos alentado a la práctica del básquetbol que el masculino. Los motivos escapan a los alcances de este estudio. Sin embargo, puede ser interesante recordar los aportes de Gianini Belotti (2001), cuando menciona que a partir del ingreso en la edad escolar, se mantiene la tendencia innata al juego, pero las formas de los juego son construcciones sociales, mientras que los varoncitos se ven estimulados por los adultos a jugar con ciertos elementos (siendo la pelota uno de los principales), las chicas lo son a jugar con otros (dentro de los cuales la pelota no forma parte de los tradicionales).
Siendo el básquetbol un juego - deporte con pelota, y agregando la característica del contacto físico existente en la disciplina, lo cual evidentemente no concuerda con los ideales victorianos de la femineidad (sumisión, delicadeza, belleza y pasividad) según Allison (1991), bien se puede dejar asentado, aunque de ninguna manera demostrado, estos elementos como posibles co-factores de esta diferencia en la iniciativa parental con respecto al inicio de las nenas en la práctica del básquetbol.
CONCLUSIONES CON RESPECTO A CAUSAS DE CONTINUIDAD
El tercer objetivo específico de este trabajo de investigación tiene que ver con analizar “los motivos por los cuales continuaron en la práctica deportiva”. A partir de esta meta se concluye lo siguiente, en función de la observación de las variables emergentes con posterioridad al análisis de contenido, según sistema de categorización en la codificación del material cualitativo denominado “dicotomías” (Lazarsfeld y Barton, 1951), y cómputo según criterio de mayor frecuencia encontrada (Festinger y Katz, 1979).
Diferencia de género estadísticamente significativa para los motivos por los cuales continuaron en la práctica deportiva
El género femenino encuentra motivos para seguir practicando básquetbol en “las situaciones sociales derivadas del juego del básquetbol” en un 30% más que el masculino, de la misma manera que éste prioriza en la misma brecha porcentual “el placer de jugar al básquet”. Lo mencionado significa, adecuando al lenguaje coloquial propio del fenómeno observado, que las mujeres “disfrutan más de lo que ocurre antes y después de la cancha de básquet”, mientras que los varones “disfrutan más lo que ocurre en la cancha de básquet”.
Si se recuerda lo que se viene manifestando acerca del significado que tiene la práctica del básquetbol en el caso del género femenino y masculino, la observación de las categorías estimadas tiene estrecha relación. Más aún, ante la presencia de una categoría exclusiva en cuanto a frecuencia de aparición, en el género masculino: “para ser deportista profesional”.
Comprender que solamente aparezca en el caso de los varones es recapitular acerca de lo que se viene presentando, tanto por los significados que tiene la práctica deportiva para los varones, como por los testimonios compartidos acerca de las condiciones en que se encuentra el básquetbol femenino y masculino respectivamente: mientras que en éste las condiciones para poder desarrollar una carrera deportiva están dadas, y el condicionante más apremiante es la gran cantidad de sujetos que se ven atraídos hacia idéntico objetivo, en aquel lo que sobran son carencias de todo tipo, y en prácticamente todos los estamentos que conforman la actividad.
En virtud de futuras investigaciones, puede ser favorable vincular las causas de continuidad deportiva observadas a partir del enfoque de género propuesto. Por un lado, las carencias manifestadas en el interior de las instituciones deportivas en el caso del básquet femenino están fundadas, en varias oportunidades, en discursos que por su carácter repetitivo, cobran significación propia en la configuración de la realidad de un contexto dado (en este caso deportivo). Ahí la noción de performatividad (Butler, 1997) tiene gran injerencia al respecto.
Por el otro, el fenómeno descripto según la propia palabra de los protagonistas, hace alusión a la pertinencia de las ideas de Morgade (2000), cuando expresa que “la sociedad moderna está caracterizada por una configuración de relaciones entre los sexos signada por la inequidad”. Desde el comienzo mismo de la práctica deportiva, sin importar el nivel de desempeño alcanzado o el nivel de competencia en que se encuentre participando, la deportista mujer no cuenta con las mismas condiciones para poder desarrollar la práctica deportiva del básquetbol, ni siquiera en una cuantía parecida. Las razones explicitadas en puntos anteriores así lo confirman.
CONCLUSIONES CON RESPECTO A CAUSAS DE DESERCIÓN
El cuarto y último objetivo específico de este trabajo de investigación tiene que ver con analizar “los motivos por los que se deserta de la práctica deportiva”. A partir de esta meta se concluye lo siguiente, en función de la observación de las variables emergentes con posterioridad al análisis de contenido, según sistema de categorización en la codificación del material cualitativo denominado “dicotomías” (Lazarsfeld y Barton, 1951), y cómputo según criterio de mayor frecuencia encontrada (Festinger y Katz, 1979):
Diferencia de género estadísticamente no significativa para los motivos por los que se deserta de la práctica deportiva
La diferencia porcentual más grande entre las categorías observadas es la correspondiente a “motivos laborales/académicos” (30% género femenino, 20% género masculino), lo cual da cuenta de las similitudes en las observaciones de un género y otro con respecto a la causas por las cuales compañeras/os de las/os entrevistados dejan de jugar (se recuerda que al momento de la recolección de datos todos los integrantes de la muestra son deportistas activos).
El repaso de las categorías observadas, “conflictos con el entorno deportivo”, “entrenamientos tediosos” y “necesidad de contar con más tiempo libre”, además de la ya mencionada, pueden tener orígenes, dada la ya referida similitud entre géneros, en los tiempos adolescentes necesarios para acomodar cuestione relativas al “yo psicológico” y al “yo social” (Fernández Mouján, 1986), propias de la fase de desarrollo psicosexual, en virtud de la franja etaria de la muestra (15 – 18 años).
DISCUSIÓN
El trabajo de investigación gira en torno a variables ya acontecidas (motivación de logro deportivo y género) en un contexto dado, en un momento dado. A partir de allí, la inmersión por parte del investigador en el campo, y su experiencia en torno a la actividad deportiva del básquetbol como jugador y entrenador, se constituyen como herramientas válidas en la observación del fenómeno, sumadas a las teorías revisadas y la información recolectada. De este modo, no habría razones por las cuales suponer que algo más, además de lo nombrado, fuera considerado de relevancia en la misión de intentar dialogar con el conocimiento científico. Precisamente ese “algo más”, que de manera consistente estuvo presente a lo largo de todo el proceso de recolección de datos, fundado en entrevistas en profundidad con cada integrante de la muestra y en diálogos informales con referentes de la actividad, es el motivo principal de este espacio de discusión. En este sentido, la investigación científica como tal brindaría la oportunidad al autor de este trabajo de llevarse consigo un aporte que a priori no presumía poseer.
Este preludio hace referencia a las condiciones concretas de desarrollo y existencia del básquetbol femenino en nuestro medio. La realidad que surca a las deportistas, entrenadoras y entrenadores, dirigentes deportivos de ambos géneros, padres, familiares y amigos de mujeres atletas de esta disciplina, no formaban parte del conjunto de ideas con que se inició este camino. La disparidad entre lo que ocurre en el básquetbol masculino y femenino es muy importante, muy grande. No solamente es una cuestión de dinero. También es una cuestión de posicionamientos, de compromiso, de establecimiento de normas y reglamentaciones, de colocar sobre el tapete la motivación de las jugadoras, precisamente, su motivación de logro. Todos quienes formamos parte de la comunidad deportiva en general, y del básquetbol en particular, podemos tener algo que ver, y posiblemente, algo por hacer.
La revisión de lo investigado propone que es necesario encontrar las variables constitutivas de la motivación de logro, para poder comprender sus aspectos principales, los cuales son varios, y definen patrones de comportamiento diferentes.
Alrededor de ellos se formulan las siguientes reflexiones:
- Aspectos que tengan que ver estrictamente con la motivación de logro deportivo en el básquet femenino, supone observar también lo que ocurre con los varones en el mismo sentido, a los fines de tener una referencia válida y real de los componentes que hacen a la condición de la conducta del sujeto aplicada a esta variable de corte psico-deportivo; no del hombre como integrante de un género dado, sino del ser humano como entidad.
- Las Necesidades de Logro ofrecen categorías concretas de preferencia y rechazo en las deportistas, algunas de ellas estrechamente relacionadas con el significado que crean alrededor de la práctica del básquetbol, y otras con las necesidades que manifiestan tener. A partir de ello, ¿cuánto puede tener que ver la situación actual de la actividad? ¿en qué cuantía mejoraría el desarrollo de la disciplina si las carencias observadas no fueran tales? ¿qué injerencia tendría el abordaje desde los conceptos correspondientes a las relaciones de género en la determinación de los mecanismos que ponen en funcionamiento las prácticas (no precisamente deportivas) del entorno?
- Los Estilos de Atribución observados, en virtud de las categorías consignadas vía análisis de contenido e información consignada en las fichas personales, muestran que un porcentaje importante de éstas, actualmente clasificadas como inestables y fuera del control de las deportistas, podrían virar a la esfera de la estabilidad y el control, si existiera entrenamiento específico en estas habilidades. Todas las atletas (de la misma manera que los varones) manifestaron carecer de este tipo de asesoramiento (el psico-deportivo). En función de lo mencionado, ¿qué implicancias en la optimización de la calidad de la experiencia deportiva de esas mismas personas tendría la intervención profesional de un especialista en la materia?
- Las Metas de Logro se encuentran orientadas predominantemente hacia la tarea deportiva. No obstante, el horizonte de crecimiento de las deportistas, limitado por la ausencia de estructuras competitivas por un lado, y organizados espacios de práctica recreativa por otro, es reducido. ¿Qué ocurriría con el desarrollo de estas orientaciones, afortunadamente enfocadas a la tarea en la actualidad a pesar de las carencias existentes, si la misma disciplina deportiva que las convoca proveyera condiciones similares a las del básquetbol masculino?
- Las causas de inicio en la práctica deportiva del básquetbol expresan que más de la mitad de las integrantes de la muestra llega a la actividad por iniciativa propia, al ver jugar a alguna amistad, o familiar (predominantemente varón). Con respecto a este punto, ¿se incrementaría el número de deportistas mujeres en edades infantiles si se promoviera adecuadamente en instituciones educativas y sociales los beneficios de jugar al básquet? ¿tendría implicancias en la forma de repensar los modelos “adecuados e inadecuados” del “ser mujer”, según los aportes de Morgade (2000), todavía presentes en nuestro cuerpo social?
- Las causas de continuidad en la práctica deportiva del básquetbol, de la misma manera que las necesidades de logro, hacen referencia al significado predominantemente recreativo y social que tiene el básquetbol para las mujeres. Las preguntas alrededor son: ¿esta significación corresponde solamente a una cuestión motivacional, o está delimitada por la imposibilidad de darle a este deporte otro carácter? La difusión de modelos deportivos femeninos dentro del básquetbol argentino actuales, ¿servirían como parámetro para estimular el logro en niveles competitivos de elite, en las atletas que así lo desearan?
- Las causas de deserción en la práctica deportiva del básquetbol plasma que el género femenino entrevistado conoce compañeras allegadas que abandonan la actividad (probablemente el deporte en general). A partir de esta confirmación, ¿no es necesario chequear el modelo de oferta deportiva que se brinda en la actualidad a las chicas que juegan, cuando ellas mismas manifiestan a los “entrenamientos apáticos” como uno de las principales categorías de deserción? ¿no sería conveniente adaptar las condiciones de participación dentro de la vida deportiva de una institución cuando se afirman la necesidad de tener más tiempo libre como otro motivo importante de deserción? ¿qué registro existe acerca de los índices de sedentarismo en la población que alguna vez practicó básquetbol? ¿la adolescente que abandona el básquetbol, abandona la actividad física?
Considerando la posibilidad del error como una de las principales herramientas de aprendizaje, el autor de este trabajo de investigación espera que la intención de ofrecer elementos específicos en virtud del fenómeno investigado, haya sido cumplida, según los alcances que la metodología sugiere.
Los agradecimientos se direccionan, con el más profundo nivel de sinceridad y gratitud, a la Psicología de la Actividad Física y los Deportes, por proveer el interés y los elementos fundamentales para el presente abordaje; a la lógica cualitativa, por permitir la investigación desde la flexibilidad necesaria para conocer a fondo el tema a estudiar; y a la corriente etnográfica, por poner en primer plano los actos del ser humano, siempre en función de su quehacer cotidiano en la sociedad a la que pertenece. En definitiva, al conocimiento científico como tal.
ANEXOS
ANEXO N°1: FICHAS PERSONALES
La siguiente descripción enumera los ejes temáticos acerca de los cuales versan las entrevistas en profundidad realizadas a los integrantes de la muestra de estudio (N = 40), divididos en 2 (dos) grupos de 20 (veinte) adolescentes cada uno, de acuerdo al género, femenino y masculino, todos deportistas activos de la disciplina básquetbol, entre 15 y 18 años de edad, en las siguientes instituciones deportivas: Club Atlético Universitario y Asociación Deportiva Atenas (género femenino); Club Amigos Barrio Maipú Hindú Club (género masculino).
ANEXO N°2: EJES TEMÁTICOS DE ENTREVISTAS EN PROFUNDIDAD
La recolección de datos tuvo lugar en los meses de octubre y noviembre de 2008, en la ciudad de Córdoba.
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Cita en PubliCE
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